El sueño de la razón produce monstruos

lunes, 17 de mayo de 2010

LA ILUSIÓN DEL MOVIMIENTO EN EL CINE

La mayoría de la gente se sorprende al enterarse de que durante una gran parte del tiempo que dura una película, la pantalla está completamente oscura. A 24 fotogramas por segundo, una película proyectada avanza un fotograma cada 42 milisegundos (Un milisegundo es una milésima de segundo). Puesto que el obturador interrumpe el haz de luz del proyector dos veces, en realidad cada fotograma se muestra tres veces durante ese intervalo de 42 milisegundos. Cada una de las exposiciones está en la pantalla durante 8,5 milisegundos, con 5,4 milisegundos en negro entre cada una. En la película que dura cien minutos, el público está sentado en absoluta oscuridad durante casi cuarenta minutos. Sin embargo, no percibimos estos breves intervalos de oscuridad debido a los procesos de fusión de parpadeo y de movimiento aparente dentro de nuestro sistema visual. (Bordwell, D. Thompson, Kistin, 1995: 31).
En realidad, las condiciones determinantes del cine son: la fotografía instantánea; la equidistancia de las instantáneas; el reenvío de esa equidistancia a un soporte que constituye el “film” (los que perforan la película son Edison y Dickson); un mecanismo de arrastre de las imágenes (las uñas de Lumière). El cine constituye el sistema que reproduce el movimiento en función del momento cualquiera, es decir, en función de instantes equidistantes elegidos de tal manera que den impresión de continuidad.
El instante es un corte inmóvil del movimiento; el movimiento es un corte móvil de la duración, es decir, del Todo o de un Todo. Por eso, el movimiento implica el cambio en la duración. La duración es cambio y no cesa de cambiar.
La tesis de Bergson la dejó formulada en el primer capítulo de Materia y Memoria:
a. No solamente hay imágenes instantáneas, es decir, cortes inmóviles del movimiento,
b. Hay también imágenes-movimiento que son cortes móviles de la duración.
Factores técnicos de la producción cinematográfica
Para este apartado, seguiré a Bordwell, D. Y Thomson. K., pp. 3 y ss.
En el MOVIMIENTO ILUSORIO del cine parece que están implicados dos rasgos del sistema visual:
1º. La FUSIÓN CRÍTICA DEL PARPADEO o FLICKERS
Si durante la proyección de una película se interrumpe un haz de luz más de 50 veces por segundo, el espectador ya no ve parpadeo o ráfagas, sino la ilusión de una luz continua. Normalmente un filme se rueda y proyecta a una velocidad de 24 fotogramas por segundo. El obturador del proyector interrumpe el haz de luz dos veces por fotograma. Esto eleva el número de destellos hasta el umbral de la FUSIÓN CRÍTICA DEL PARPADEO. Las primeras películas se filmaban a una velocidad menor (a menudo 16 ó 20 fotogramas por segundo).
2º. El MOVIMIENTO APARENTE
Otro factor que genera la ilusión del cine es el MOVIMIENTO APARENTE. Se trata de la tendencia de la visión humana a ver movimiento cuando en realidad no hay ningún objeto que se mueva. Los seres humanos han inventado máquinas concretas que crean las condiciones para que se produzca la percepción cinematográfica.
En primer lugar, las imágenes se deben mostrar en una serie que pasan rápidamente ante el espectador para crear la ilusión del movimiento. Las imágenes se registran en una tira de celuloide como soporte de una serie de imágenes que se denominan fotogramas.
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