Como
decíamos anteriormente, en el prólogo al Evangelio de San Juan, se habla del
Logos eterno (Palabra) que está junto a Dios, a través del cual fueron creadas
todas las cosas y que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
El texto de Juan es trascendental a
este respecto. Es una pieza teológica solemne, con forma rítmica en el que se
canta a Jesucristo como Palabra creadora
que se ha encarnado. Logos, en
griego, significa "Palabra" o "Verbo", que en este Prólogo
es la Palabra creadora, reveladora y salvadora manifestada en el Antiguo
Testamento y revelada en el Nuevo como una persona divina.
"1. En el principio existía la Palabra y
la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
2. Ella estaba en el principio con Dios.
3. Todo se hizo por ella y sin ella no se
hizo nada de cuanto existe.
4. En ella estaba la vida y la vida era
la luz de los hombres,
5. y la luz brilla en las tinieblas, y
las tinieblas no la vencieron.
6. Hubo un hombre, enviado por Dios: se
llamaba Juan.
7. Este vino para un testimonio, para dar
testimonio de la luz, para que todos creyeran por él.
8. No era él la luz, sino quien debía dar
testimonio de la luz.
9. La Palabra era la luz verdadera que
ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
10. En el mundo estaba, y el mundo fue
hecho por ella, y el mundo no la conoció.
11. Vino a su casa, y los suyos no la
recibieron.
12. Pero a todos los que la recibieron les
dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre;
13. la cual no nació de sangre, ni de
deseo de hombre, sino que nació de Dios.
[...]"
Esta
misma palabra divina, eterna, creadora e iluminadora entró en la Historia
asumiendo la naturaleza humana (encarnación):
"14. Y la Palabra se hizo carne, y puso su
Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del
Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. " (Jn. 1, 14).
La importancia de este
texto radica en que subraya todas las resonancias que en un griego podía tener
el término Logos, de compleja
traducción: razón, palabra, pensamiento y comunicación.
Según
Aristóteles, cuando define hombre afirma
que es el "animal que posee Logos", y el Logos es lo más divino que hay en él. Heráclito ya había hablado de
un Logos universal que lo rige todo.
Los estoicos afirman también la existencia de un Logos eterno, que dirige el mundo y que es su ley, su providencia,
y entendían el Logos humano como una
participación de ese Logos divino.
Los neoplatónicos, por su lado, situaban después del Uno, inaccesible e
inefable, una "mente o pensamiento universal", hipóstasis intermedia
entre la unidad trascendental y la divinidad de lo existente, interpretando de
este modo metafísico el tema del demiurgo creador del Timeo de Platón.
Con ese
trasfondo común, parece más que lógico que los cristianos se acercaran a las
doctrinas estoicas y neoplatónicas al texto de Juan y que sintiera algo
parecido a una anticipación pagana, que emanaba de esa luz natural divina de la
razón, de la verdad cristiana.
Por otro
lado, Juan asegura que ese Logos
"ilumina a todo hombre que viene a este mundo", lo que implica que
todo hombre, con independencia de raza, condición social o cosmovisión, puede
recibir la iluminación de Dios y vivir en la verdad.
Lo que
para los judíos había sido la Ley y los profetas, lo era el Logos eterno para los paganos. Y si Dios
habló al pueblo judío por la Sagrada Escritura en el Antiguo Testamento, a
otras gentes y otras civilizaciones les transmitió su sabiduría por medio del Logos. Para los cristianos, la cultura
pagana tenía "verdad", a veces mezclada con errores y fragmentaria,
algunas veces incomprensibles, pero ningún obstáculo podía impedir que los
cristianos la hicieran suya y la integraran a la "Verdad plena".
Los
cristianos sintieron que el Logos
encarnado, humanizado (Cristo), como verdad cierta de Dios, era lo que les
permitía distinguir y filtrar las "verdades" las "verdades"
que los hombres habían podido vislumbrar al margen de la historia de la
revelación. Y así las "verdades de los clásicos" es como se integran
en la "Verdad" del cristianismo. Y aquellas verdades se consideraron
como "indicios" y "anticipaciones" que alcanzan su plenitud
en el Logos humanizado, en Cristo
Jesús, redentor y salvador.
Todo
esto llevó al pensamiento de los Padres de la Iglesia una actitud positiva
frente ala cultura y la filosofía pagana y con sus instrumentos fueron
configurando la cosmovisión cristiana del mundo y del hombre. De ahí que sea
preciso reconocer que la fe cristiana se helenizó, aunque la doctrina revelada
por el Logos encarnado sea la primera
y principal, valorando la razón y la filosofía como elementos subordinados a la
fe revelada.
Bibliografía:
"Evangelio según San Juan" en Sagrada Biblia, Madrid, Bac, 2011.
GARRIDO, Juan José, El
Pensamiento de los Padres de la Iglesia, Madrid, Akal, 1997.
PLATÓN, Timeo, Madrid, CSIC, 2012.
1 comentario:
El logos aparentemente es un lenguaje magico o milagroso.El verbo creador. Cierto lenguaje que puede materializar o que enlaza con los angeles y dios espiritu
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