El sueño de la razón produce monstruos

martes, 31 de marzo de 2015

¿Qué nos hace tan salvajes?


Hudea, la niña que confundió una cámara con un arma. / OSMAN SAGIRLI

domingo, 15 de marzo de 2015

Enquiridión de Epicteto (IV)


     Siguiendo a Émile Bréhier, cerramos esta breve serie de artículos con una reflexiones de matiz metafísico.
         En el helenismo, el pensamiento estoico aporta un nuevo concepto de Dios, un Dios que deja de adaptarse al mito pero también al concepto de Dios de Platón o Aristóteles: un Ser Supremo alejado, en su perfección existencial, al modo de ser del hombre, de la condición humana.
         Bréhier lo señala con clarividencia:
      "El Dios de los estoicos [...] es un Dios que vive en sociedad con los hombres y con los seres racionales [...]; su potencia penetra todas las cosas y ningún detalle, por ínfimo que sea, escapa a su providencia. Su relación con el hombre y con el universo se concibe de una manera nueva; no es ya el ser solitario, ajeno al mundo, que atrae mediante su belleza, sino el artífice mismo del mundo, cuyo plan ha concebido en eu pensamiento; la virtud del sabio no es ni la asimilación a Dios, que añoraba Platón, ni la simple virtud cívica y política que describía Aristóteles; es la aceptación de la obra divina y la colaboración con ella gracias a la inteligencia del sabio."  
      (Cfr. López, Agustín, Prólogo al Enquiridión de Epicteto, pág. 21 y ss. en Bréhier, É., Histoire de la philosophie II, pág. 298).

         Anteriormente Zenón se refirió a un Dios todopoderoso que gobierna el destino de los hombres y de las cosas con lo que se aproxima a la idea semítica de Dios. Así, las dos concepciones de Dios, la semítica y la helénica, irán forjando una historia de coincidencias y divergencia a lo largo de los tiempos.

         El acercamiento del estoicismo a la configuración semítica de Dios permitirá una aproximación similar por parte del cristianismo que, a través de los siglos, ha habido en la moral estoica como un manantial vivífico e inagotable. No es de extrañar, pues, que el Enquiridión de Epicteto, adoptado al devenir de los tiempos, se constituyera en una fuente de influencia de algunas reglas monásticas.

         Las raíces del Enquiridión penetran en el derecho romano, en la moral cristiana, en el llamado Cicerón cristiano Lactancio, por su elegancia en el manejo de la lengua latina, o en el neoplatónico Boecio, fundador éste, entre otros, de la filosofía cristiana de Occidente, proyectándose y alargándose en pensadores posteriores como Pascal o en la inteligente y audaz Simone Weil.
        
         La vigencia del estoicismo hoy no solo no ha perdido vigor sino que puede ser la propuesta del pensamiento a la espiral delirante de un sistema periclitado o en grave crisis cuyas recetas son y han sido la creación de necesidades ficticias estimulando en las sociedades capitalista, es decir, consumistas, todo tipo de deseos y apetitos insaciables, resultado de esta profunda descomposición que estamos viviendo en los ámbitos económico, político y social.


                                              A.T.T.

sábado, 14 de marzo de 2015

El Enquiridión y las filosofías orientales: taoismo, hinduismo y budismo. (III)

    
       Ante la imposibilidad de exponer aquí la filosofía del estoicismo en materia de lógica y física, sí destacaremos algunas de sus ideas relacionadas con la moral, fundamento del Enquiridión.
         Para los estoicos, al igual que para otros muchos filósofos helenísticos, el objetivo de la filosofía es sobre todo ético: el hombre debe vivir en armonía con la naturaleza para poder alcanzar la sabiduría y la felicidad.
         Sin embargo, para los estoicos el vocablo "naturaleza" se acerca más a lo que podemos entender por "realidad" o incluso por "Dios" que el restrictivo sentido que hoy se da al término "naturaleza".
         Para el estoicismo, el mundo es un organismo vivo, eternamente existente. Un todo en armonía y causalmente relacionado, regido por un principio activo, el Logos o Pneuma, del gr. πνεῦμα, que significa "espíritu", soplo, hálito, viento; y que metafóricamente describe un ser inmaterial.
         En este mundo nada queda al azar o es fruto de éste, pues todo está gobernado por una Ley inmanente y necesaria.
         Ante el mundo, la voluntad y la inteligencia humana jamás podrán dirigir el curso de los acontecimientos inscritos en el orden cósmico, encadenados con un férreo rigor al que llaman destino.
         Esta aceptación desapasionada de las leyes del mundo, exigía del hombre una clara distinción previa entre lo que dependía de uno mismo y lo que no depende de nosotros. Por ejemplo, afirman que hay cosas que dependen de nosotros y otras, que no; entre las primeras destacan la opinión, las inclinaciones, el deseo, la aversión y todo lo que son nuestros propios actos. Éstas son por naturaleza libres, no están sujetas a restricciones ni impedimentos. En cambio, entre las que no dependen de nosotros está nuestro cuerpo, las riquezas, la reputación, los cargos y, en conclusión, todos los que no son nuestros propios actos. Todas estas son débiles, serviles, están sujetas a restricciones impuestas por la voluntad de otros.
         La anterior diferenciación es propia propia de la Stoâ, que Epicteto nos indica desde el principio de su Enquiridión, y hace que esa diferenciación sea el fundamento mismo del discernimiento, tratando de evitar y no confundir que si crees libres las cosas que por naturaleza son serviles, y que es tuyo lo que depende de otros, encontrarás problemas, lo lamentarás, te sentirás turbado y censurarás tanto a lo dioses como a los hombres. Si intentas evitar la enfermedad, la muerte o la pobreza, serás desgraciado. Aleja de tí la aversión hacia todo aquello que no depende de tí, y pásala a las cosas contrarias a la naturaleza que dependen de tí. Elimina completamente el deseo, porque si deseas cualquier cosa que no dependa de tí, serás necesariamente desafortunado.
         Lo que depende del hombre es su actitud que no puede ser otra que la aceptación. Rebelarse contra las leyes del mundo, es decir, correr tras lo que no depende de uno mismo, es de necios. Pero esto no significa que el estoico fomente una actitud pasiva de resignación, sino más bien la búsqueda activa de la armonía con as leyes y el orden del cosmos.
         La virtud estoica consiste en vivir en la mayor concordia y armonía con el orden del mundo, y en la voluntad de interiorizar esas leyes del cosmos. Ahí reside la moral y la felicidad.
         Para lograr alcanzar la verdadera libertad el hombre tiene que deshacerse de las pasiones, auténticas desviaciones irracionales de nuestra verdadera naturaleza. El ser humano, para ser feliz, ha de suprimir todo deseo y todo apego a las pasiones materiales y las cosas eternas.
         Los sentimientos y los deseos pueden dominarse con autocontrol y una ascesis que ha de conducir necesariamente, a la impasibilidad (apatheia < del gr. ἀπάθεια o  el estado mental alcanzado cuando una persona está libre de alteraciones emocionales) y a la imperturbabilidad (ataraxia < del gr. ἀταραξία, "ausencia de turbación").

         La historia del estoicismo se halla religada a la filosofía moral, que se acentúa en el último estoicismo, el de Epicteto y Marco Aurelio. Con todo, el estoicismo siempre tuvo una versión globalizadora del universo, con una clara conciencia de la insociabilidad de las tres partes en que se plantean las interrogante filosóficas: física, lógica y ética. Así pues, la filosofía estoica es un todo coherente, una filosofía de la totalidad, conscientemente sistemática, una "especie de filosofía-bloque [...]que recuerda las creencias globalizadoras de las religiones de Oriente", como señala el francés Émile Bréhier, citado por Agustín López, en su Prólogo al Enquiridión de Epicteto.

                                        A.T.T.

Etapas del estoicismo (II)



            Muerto Zenón, Cleantes y Crisipo serán los continuadores de su escuela. Los tres configuran el llamado "estoicismo antiguo". De Cleantes, apenas quedan algunos fragmentos de su obra y el conocido Himno a Zeus. En cambio, Crisipo concretó y fijó el canon del estoicismo y sistematizó las enseñanzas de Zenón. Con todo, tanto la obra de Zenón como de Crisipo se han perdido casi totalmente teniendo de ellas un conocimiento indirecto.
         El antiguo estoicismo dividió la filosofía en tres partes: 1ª. Lógica (teoría del conocimiento y de la ciencia), 2ª. Física (ciencia del mundo y de las cosas) y 3ª. Moral (conciencia de la conducta). Las tres partes son un todo inseparable a pesar de que a lo largo de la historia se haya focalizado más un aspecto que los otros.
         Grecia, al convertirse en provincia romana, es sustituida por Roma, como el centro del estoicismo. Sería la segunda etapa de la Escuela fundada por Zenón, cuyos representantes más señeros serán Posidonio, quien introducirá el estoicismo entre los latinos especialmente Cicerón; y Panecio, que fue amigo suyo, contribuyendo a la difusión de las ideas de la Stoâ, aportando un estoicismo práctico y heterodoxo, muy marcado por los peripatéticos y por Platón.

         Y, por fin, la tercera etapa: el estoicismo imperial, destacando sobre todo Séneca, Epicteto y el emperador Marco Aurelio. Los tres hacen hincapié en la práctica, con especial énfasis en el cultivo de la virtud, frente al estoicismo lógico y físico de la escuela antigua.

                                                     A.T.T.

Epicteto y el estoicismo (I)

      Epicteto, del griego Επίκτητος, es decir, "esclavo", "siervo", nace hacia el 50 d. C. en Hierápolis, ciudad de Frigia meridional, entonces provincia del Imperio romano. Llegó a Roma de niño y fue vendido como esclavo a Epafrodito, un liberto ex secretario de Nerón. Este le concede la libertad y puede asistir a las disertaciones del filósofo estoico romano Muzonio Rufo; de este, su querido maestro, Epicteto aprende las enseñanzas del estoicismo.
         En el año 94 tiene que abandonar Italia. Un decreto de Domiciano del mismo año manda expulsar a todos los filósofos de Roma al considerarlos enemigos del Estado. Entonces de instala en Nicópolis, ciudad de la Grecia occidental, y allí crea su escuela de estoicismo, donde a pesar del éxito, vivió muy humildemente. Fue admirado por sus discípulos como un gran filósofo; muere entre el 125 y el 130 d. C. y como Sócrates o Jesucristo no dejó nada escrito.
         Gracias a Arriano de Nicomedia nos han llegado sus doctrinas que se han mantenido a lo largo de los siglos hasta llegar a nosotros. De las anotaciones de Arriano se hicieron infinidad de copias al pasar a círculos más amplios. El mismo Arriano tuvo que luchar contra los errores y escribió unos ocho libros de Disertaciones o Diatribas, de los que cuatro han llegado hasta nosotros, amén de algunos fragmentos de los desaparecidos. Luego el mismo Arriano escribió el Enquiridión o "Manual de Epicteto", donde recoge lo fundamental de sus enseñanzas. También hemos de destacar su Anábasis o Expedición de Alejandro, lo mejor que se conserva sobre las campañas del rey de Macedonia.
         A Epicteto hay que situarlo, pues, en el estoicismo tardío. El helenismo abarca desde la muerte de Alejandro Magno, 323 a. C., hasta finales de la República romana, 31 a. C. La cultura griega, en ese período, se extiende e impone en todos los países mediterráneos, influyendo, incluso, en Oriente y Extremo Oriente, civilizaciones de las que, a su vez, se nutrirá el helenismo.
         En esa etapa de decadencia de la cultura griega, la filosofía se ocupa principalmente por la conducta humana y por las normas que deben orientarla; tales reglas solo pueden ser marcadas por un pensamiento dirigido por la razón. Los filósofos afirman su fe en la lógica o en la teoría del conocimiento, en la moral, en la física o en la psicología, tratado de erradicar lo irracional para centrarse en la razón pura.
         Lo sensible eleva su valor. Si en Sócrates, Platón o Aristóteles, lo sensible es el punto de partida que, al transcenderlo el hombre, accede a lo inteligible hasta alcanzar las formas o esencias supremas de la inteligencia, ahora la razón se encarna en el ámbito mismo de lo sensible. De hecho, es en las cosas sensibles donde el logos (razón) adquiere su más plena realidad.
         Sobre esa concepción filosófica se desarrolla el estoicismo, que junto con el escepticismo y el epicureísmo, constituirán las principales escuelas del Helenismo.

         Estoicismo deriva del griego Stoâ, el pórtico del Ágora, en Atenas, donde los estoicos se reunían, Stoâ poikilé o "pórtico pintado", y explicaban sus enseñanzas. Nace a finales del Imperio de Alejandro con Zenón de Citio (ca. 335-262 a. C.) Al llegar a Atenas, Zenón conocerá la filosofía socrática y sus diversas corrientes y, en poco más de una década, funda su escuela que será pública y oficialmente reconocida. Muchos pensadores consideran su doctrina como una renovación de la filosofía de Heráclito aunque sin dejar de pensar que el estoicismo es una síntesis reelaborada de varias doctrinas anteriores.
                                                                            A.T.T.

viernes, 13 de marzo de 2015

Prefijos y sufijos griegos y latinos

GRIEGO

                                                                   PREFIJOS

a-, an-             "sin" (ateo, "sin Dios").
anfi-                "alrededor", "ambos" (anfiteatro, "alrededor del teatro"; anfibio, "que vive en                       ambos medios de vida, agua y aire").
ana-                "contra" (anacronismo, "que va contra la verdad cronológica").
archi-              "preeminencia" (archipiélago, "mar excelente por tener islas"; aunque se ha                especializado como "parte del mar poblado de islas").
dia-                 " a través de" (diagnóstico, "determinación de una enfermedad a través o por                        medio de los síntomas").
dis-                  "malo", "con dificultad" (disentería, "mal estado del intestino"; dispepsia,                  "dificultad para digerir").
endo-              "dentro, interno" (endocrinología, "ciencia que se ocupa de las glándulas de               secreción interna").
epi-                 "encima" (epitafio, "inscripción sobre la tumba").
eu-                  "bien, bueno" (eufonía, "sonido agradable").
exo-                "fuera" (exótico, "que proviene de fuera").
hemi-              "medio" (hemisferio, "media esfera").
hiper-              "sobre, exceso de" (hiperclorhidria, "exceso de ácido clorhídrico en el estómago").
hipo-               "debajo, por debajo de" (hipotensión, "tensión arterial por debajo de lo normal").
meta-              "cambio" (metamorfosis, "cambio de forma").
pan-                "todo" (panacea, "remedio contra todos los males").
peri-                "alrededor" (perímetro, "contorno").
poli-                "varios" (politécnico, "que comprende varias técnicas").
pro-                 "delante" (prólogo, "lo que se dice antes del discurso o tratado").
prot(o)-           "prioridad" (protagonista, "actor o actriz principal").
sin-                  "con" (síntoma, "lo que acompaña a una enfermedad").
antropo-          "hombre" (antropófago, "que come carne humana").
auto-               "(sí) mismo" (autobiografía, "biografía de sí mismo").
biblio-  "libro" (biblioteca, "armario para libros").
bio-                 "vida" (bibliografía, "relato de la vida de alguien").
demo-             "pueblo" (democracia, "gobierno del pueblo").
dinamo-          "fuerza" (dinamómetro, "apareto para medir fuerzas").
icono-              "imagen" (iconoclasta, "destructor de imágenes").
galacto-          "leche" (galactómetro, "aparato que mide la densidad de la leche").
gastro-            "estómago" (gastralgia, "dolor de estómago").
geo-                "tierra" (geografía, "descripción de la Tierra").
gin-                 "mujer" (ginecología, "estudio de las enfermedades propias de las mujeres").
hemo-             "sangre" (hemorragia, "efusión de sangre").
helio-              "sol" (heliotropo, "planta cuya flor gira siguiendo el curso del sol").
hetero-            "distinto" (heterogéneo, de la misma naturaleza").
homo-             "igual o parecido" (homogéneo, "de la misma naturaleza").
caco-               "malo" (cacofonía, "mal sonido").
histo-              "tejido" (histología, "ciencia que se ocupa de los tejidos orgánicos").


higro-              "humedad" (higrómetro, "aparato que mide la humedad del aire").

idio-                "particular, propio" (isiotismo, "modo de hablar propio de una lengua, sin                  equivalente en otra").
iso-                  "igual" (isomorfo, "con la misma forma").
col(e)-             "bilis" (colagogo, "que excita la secreción biliar").
cromo-            "color" (cromaturia, "emisión de orina con color anormal").
crono-             "tiempo" (cronómetro, "aparato que mide el tiempo").
cine(mato)-     "movimiento" (cinética, "parte de la Física que estudia el movimiento").
cosm(o)-         "mundo" (cosmografía, "descripción astronómica del mundo").
cripto- "oculto" (criptografía, "arte de escribir con clave secreta").
cicl(o)- "círculo" (cíclico, "que reaparece a tiempos -o círculos- iguales").
cito-                "célula" (citología, "estudio de las células").
dactilio-          "dedo" (dactilar, "perteneciente o relativo a los dedos").
deca-               "diez" (decámetro, "diez metros").
derm(o)(ato)-  "piel" (dermatólogo, "especialista en enfermedades de la piel").
macro-            "grande" (macroscópico, "que se ve a simple vista").
meda(lo)-        "grande" (megalómano, "que tiene manía de grandezas").
meso-              "medio" (mesocarpio, "zona media del fruto").
micro-             "pequeño" (microscópico, "sólo visible con microscopio").

                                                                    SUFIJOS
-algia              "dolor" (gastralgia, "dolor de estómago").
-arquía            "mando" (monarquía, "mando de uno solo").
-atra                "que cuida" (pediatra, "médico que cuida los niños").
-céfalo "cabeza" (microcéfalo, "que tiene la cabeza pequeña").
-cracia "poder" (democracia, "poder ejercido por el pueblo").
-dromo            "carrera" (hipódromo, "lugar en que corren caballos").





                                                                     LATÍN

                                                                   PREFIJOS
ad-                  "hacia o añadido" (adjunto, "que se junta a otra persona o cosa").
co(m)-             "con" (conciudadano, "ciudadano que con otro(s) vive en una ciudad o nación").
extra-              "extremadamente o fuera de" (extrafino, extrarradio).
i(n)(m)-           "privado de" (ilimitado, inconveniente, improbable).
omni-              "todo" (omnisciente, "que lo sabe todo").
per-                 "a través, enteramente" (perforar, "atravesar algo haciendo un agujero").
pos(t)-             "después de" (postguerra, "después de la guerra").

                                                               LOCUCIONES
ab ovo                        "desde el huevo"; Contar algo ab ovo: "Contarlo desde el principio".
alea jacta est                         "la suerte está echada" (palabras que el historiador Suetonio                                        atribuye a Julio Cesar cuando este pasó el río Rubicón penetrando en Italia                                        con sus tropas). Se emplea tal locución cuando, tras dudarlo, se                                              toma una decisión arriesgada".
alma mater                            "madre nutricia" (se designa así a la Universidad).
alter ego                                "otro yo" (persona tan identificada con otra, que ambas obran,                                                piensan, deciden, etc., del mismo modo).
ex cáthedra                            "desde lo alto de la cátedra" (es así como habla, en ocasiones, el                                            Papa; pero la empleamos irónicamente con el significado de "con                                                        un tono doctoral y sabihondo").
festina lente                           "apresúrate lentamente" (para hacer las cosas bien).
homo hómini lupus                "el hombre es un lobo para el hombre".
in situ                                     "en el sitio" (para significar que algo se ha hallado en un sitio, sin                                                          que haya sido cambiado de lugar).
in vitro                                    "en el vidrio" (para designar la operación fisiológica que se hace                                                          fuera del organismo, en el laboratorio).
ipsofacto                                "por el hecho mismo, inmediatamente".
lato sensu                              "en sentido amplio".
magister dixit                         "lo dijo el maestro" (frase de los filósofos medievales cuando                                                    citaban opiniones de Aristóteles, indicando que no admitían duda.                                                      Hoy se emplea irónicamente para referirse a alguien que siempre                                                        quiere tener razón).
manu militari                         "por la mano militar" (para indicar que se obliga a algo por la fuerza                                        y con energía).
mens sana in corpore sano   "alma sana en un cuerpo sano" (máxima del poeta latino Juvenal;                                                         se emplea para indicar que la salud corporal facilita la existencia de                                         un espíritu sano).
modus vivendi                       "modo de vivir" (hallar un modus vivendi es hallar una manera de                                                      convivir entre personas o grupos humanos que se soportan                                                                  difícilmente entre sí).
motu proprio                          (ojo: no motu propio), "por su propio movimiento, por su propia                                                       voluntad".
mutatis mutandis                   "cambiando lo que haya que cambiar".

nosce te ipsum                       "conócete a ti mismo".

miércoles, 11 de marzo de 2015

Inconcluso acercamiento al Taoísmo

      Filosofía china, denominación colectiva de varias escuelas de pensamiento creadas por eruditos y pensadores chinos. La filosofía china ha pasado por tres etapas históricas distintas:  
          a) la etapa clásica, periodo creativo que va desde el siglo VI hasta el II a.C. Destacan Confucio y sus discípulos posteriores, el Taoísmo y sus escuelas posteriores, la Escuela   legista[i], el Confucionismo Han[ii];
            b) la medieval, desde el siglo II a.C. hasta el siglo XI d.C., periodo de síntesis y absorción del pensamiento extranjero. Destaca el Budismo y el periodo sincrético[iii] y
            c) la moderna, que comprende desde el siglo XI hasta nuestros días, tiempo de maduración de las tendencias filosóficas precedentes e introducción de nuevas filosofías tomadas de las culturas occidentales. A través de estas etapas, el pensamiento chino ha tendido hacia el humanismo en vez del espiritualismo, hacia el racionalismo y no hacia el misticismo, al sincretismo en lugar del sectarismo.
Lao Tsé[iv] abandona los nombres tradicionales de Shangti, “Soberano de lo alto”, o T‘ien, “Cielo”, y da este nuevo nombre, TAO, a su Ser Supremo. Algunos piensan que si Lao Tsé abandona los antiguos nombres del Ser Supremo es debido a los sonidos homófonos o semejantes del TAO con la palabra DIOS en las lenguas que se derivan del sánscrito: TOT, herméticos; GOTT, germano; WOD o WOTAN, escandinavos; DEUS, latino.
       A Carmelo Elorduy, doctor en Filosofía y Teología y gran conocedor de la lengua y cultura China, además de colaborador en la redacción del Gran Diccionario chino-español, considera que habría bastado la significación de NORMA o RAZÓN DE CONDUCTA de ese carácter en la escritura china antigua y actual para designar con él al Ser Supremo reconocido “como norma o razón de la conducta humana”. En cualquier caso, el nombre nuevo que le impone al Ser Supremo, es intencionado, pues con ello evita que la nueva filosofía se confunda con la antigua ideología.
                El tratado de Lao Tsé es un tratado de perfección. Consta de ochenta y una lecciones o esbozos de lecciones de perfección humano-divina.  No distingue entre humanismo y teología. La perfección del hombre es el Tao; unirse al Tao es la perfección máxima. La moral, como ser, deriva del Tao. Las virtudes son destellos de las virtudes del Tao. El Tao es el gran prototipo al que hay que descubrir e imitar.




[i]. La escuela legista surgió como la filosofía dominante en el reino de Qin durante los caóticos años entre los siglos IV y III a.C. Dos discípulos de Xun-zi, Han Fei y Li Su, fueron, respectivamente, su principal filósofo y la persona que puso en práctica el legismo. Fundamentaron sus ideas en las enseñanzas de Xun-zi cuando sostenía que la naturaleza humana era mala e incorregible y que era necesario un estricto control sobre cada aspecto de la sociedad humana. Toda libertad personal estaba subordinada a su objetivo de crear un Estado fuerte bajo un soberano con autoridad ilimitada.
     La escuela legista facilitó un instrumento efectivo al crear una poderosa y autoritaria maquinaria militar y económica en el Estado de Qin. Hacia el 221 a.C., Qin había conseguido conquistar los otros estados feudales y establecer la primera dinastía imperial de China, un imperio unificado y centralista caracterizado por leyes estrictas, duros castigos, rígido control del pensamiento (como demuestra, la quema de todos los libros no legistas en el 213 a.C.), el control gubernamental de la economía y enormes proyectos de obras públicas como la Gran Muralla china, construida por el empleo masivo de obreros condenados a trabajos forzados y con un elevado coste de vidas humanas.

[ii]. Basando sus ideas  en el concepto de Xun-zi, es decir, el del Universo como una tríada formada por el cielo, la tierra y la humanidad, los filósofos confucianos de la dinastía Han crearon un sistema de pensamiento que unía la cosmología del yin y del yang de los naturalistas; la preocupación taoísta de percibir y comunicar con la naturaleza; las enseñanzas confucianas sobre un gobierno benevolente dirigido por soberanos virtuosos y el respeto por el aprendizaje y los principios legistas del desarrollo económico y de la administración. Esperaban que esta filosofía aglutinadora daría al soberano y al gobierno el conocimiento para comprender las partes celeste y terrenal de la tríada y los medios necesarios para regular la parte humana, así como para coordinarlos y establecer una armonía perfecta en el Universo. La sistematización racionalista que sugería esta formulación llevó al fin a acuñar ideas inverosímiles y mezclarlas con supersticiones que permitían explicar de un modo simbólico las misteriosas actividades del cielo y la tierra. Aunque el confucianismo Han contaba con el apoyo del gobierno desde el 136 a.C. y más tarde fue necesario conocerlo para trabajar en las instituciones políticas, su hermetismo excesivo dio lugar a una fuerte oposición en los primeros siglos de nuestra era y la escuela se dividió al dirimir las cuestiones fundamentales sobre la autenticidad de los textos clásicos.

[iii]. La reunificación de China bajo la dinastía Sui (581-617) y la dinastía Tang (618-907) conllevó varios siglos de sincretismo religioso y filosófico que aglutinaba el taoísmo, el budismo y el confucianismo resurgente. A pesar de que el budismo fue dominante en sus primeros tiempos, entre estas tres escuelas el confucianismo ofreció una filosofía política y social adecuada a las necesidades de un imperio centralista.

[iv]. Lao-tsé (c. 570-c. 490 a.C.), filósofo chino considerado el fundador del taoísmo. Las leyendas atribuyen, el Tao Te-King, libro sagrado del taoísmo cuyo nombre significa 'Libro de la Vía y de la Virtud', a Lao-tsé, un filósofo chino que quizás enseñara a Confucio. Los historiadores discrepan en si Lao-tsé escribió o no el Tao Te-King dada la discrepancia entre la fecha de la obra (200 a 100 a.C.) y la de la vida de Lao-tsé (alrededor del 500 a.C.). La mayoría de las autoridades acepta ahora que un taoísta anónimo debe haber compuesto los escritos usando como seudónimo el nombre del gran sabio.
            De los grandes libros de sabiduría, es el más breve (sólo cuenta con cinco mil caracteres en chino). Es una obra completa, no le falta nada; su pensamiento es de una pieza. A lo largo de sus ochenta y un párrafo, no progresa, solo hace variaciones de la misma idea.
            Lo que sí parece seguro, afirma su traductora,  es que el texto se sitúa en el Periodo llamado Señoríos Guerreros, en que cae definitivamente la dinastía ZHU y, que tras siglos de lucha por la hegemonía, el señor de Quin se proclama Primer Emperador (Qin shi huang di) en el año 221 a. de C. Desde el inicio de la decadencia de los ZHU (mediados del s. VIII a. C), las distintas corrientes filosóficas trataban de encontrar soluciones a los problemas de su tiempo, que en esencia se reducían a uno: el desfase entre el curso humano, con su desorden, guerras y abusos de todo tipo, y el curso natural. Lao Tsé usa la imagen más obvia: Tao (la “vía” o “el curso”), que es, como principio absoluto, el curso verdadero, insondable e inagotable origen del universo.  Como la expresión humana impone el uso de términos relativos, para trascenderlos abundan a lo largo de libro, las paradojas, las sentencias simétricas y los juegos de palabras, convirtiéndolo en un texto bellísimo pero difícil de interpretar y, por tanto, de traducir, como lo demuestras las notables diferencias entre las numerosas versiones.
            La dificultad se agrava por el uso de un lenguaje intencionadamente vago, movedizo casi, como el agua que presta su imagen al curso, y las características de la lengua escrita arcaica. A menudo se juega con la abundancia de acepciones que puede llegar a contener la palabra china y el desafío que supone la elección a la hora de reflejar plenamente su sentido en nuestros idiomas occidentales y modernos. Dado que el chino carece de tiempos verbales y declinaciones y que la lengua escrita puede prescindir de adverbios, preposiciones, conjunciones y pronombres, la expresión llega a resultar tan imprecisa que puede dar lugar a interpretaciones diversas y , a mundo, completamente opuestas. (Anne Hélène Suárez, op.cit. pp.17 y ss. , 1998).