El sueño de la razón produce monstruos

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Para acercarse a las Comedias Bárbaras de Ramón María del Valle-Inclán (V)


EL TEATRO ESPAÑOL HASTA 1936

Introducción.

Desde 1892 hasta la Guerra Civil (1936) España conoce tres regímenes políticos diferentes:

1º. Regencia de Mª Cristina a la muerte de Alfonso XII y restauración de los Borbones en Alfonso XIII.

2º. La dictadura de Primo de Rivera desde 1923 a 1931.

3º. La II República

España sufre varias crisis económicas, agoniza en una guerra endémica y resplandece en la producción artística cuyo único precedente es el Siglo de Oro.
En el marco de este renacimiento artístico, la producción dramática ocupa un lugar muy significativo.
Esta época (de 1892 a 1936) es de crisis continua: crisis del sistema canovista, crisis de la institución monárquica y crisis de la burguesía en el poder durante la II República.
La producción dramática se incrementa extraordinariamente en los periodos de cambio social.
Esta etapa, en función de la producción dramática y de la historia político-económica y social del país, la podemos sudividir en tres apartados:

1º. Institucionalización de la crisis (1892-1917):
A este subperiodo le corresponde en líneas generales la siguiente visión del mundo: Restauración de la visión del mundo de la nobleza como ideología dominante. La nobleza en España sigue detentando el poder económico y político.
    Un sector de la pequeña burguesía española acepta, falsamente, la ideología aristocrática y el vehículo de expresión formal de esta ideología es el teatro poético histórico en verso (desarrolla temas históricos y heroicos con una finalidad ejemplar y cuyas influencias son la tradición romántica de vuelta al pasado y su adhesión a la nueva poética modernista. Su iniciador fue Eduardo Marquina (1879-1946) que emprende su vasta carrera dramática con Las hijas del Cid; dentro de esta tendencia se sitúan también los dramas poéticos de Valle Inclán y los dramas históricos de Francisco Villaespesa (1877-1936) como por ejemplo Dña María de Padilla)  y el drama rural  de Benavente, Arniches, etc.

2º. Génesis de la ruptura (1914-1931:
Se produce un predominio de la visión del mundo de la gran burguesía como ideología dominante y se identifican los intereses de la pequeña burguesía con los de la burguesía capitalista, industrial y comerciante.

3º. La ruptura (1921-1936):
Se da la negación de la alianza (pacto) entre la nobleza y la gran burguesía, y, al mismo tiempo, afirmación de una identificación posible entre los intereses de clase de la pequeña burguesía y del proletariado.

AUTORES:

JACINTO BENAVENTE (1866-1954). 1922, Premio Nobel de Literatura. La producción de Benavente (172 piezas) la podemos clasificar teniendo en cuenta los distintos lugares escénicos en donde sitúa la acción y los personajes de sus obras.
Trata de reflejar la psicología y las costumbres, la ideología y la moral de la sociedad burguesa, satirizando unas veces, aleccionando otras o trazando la crónica diaria.

CARLOS ARNICHES
Pedro Salinas le sitúa en la primera fila de nuestros dramaturgos contemporáneos. Estrena más de un centenar de piezas escritas en colaboración y solo, todos ellos autores del Género chico, cuya decadencia se inicia en 1910 y que nació con la Revolución del 1868.
En el género chico se advierte la sensación de una España satisfecha consigo misma y eran las regiones española las que ofrecían una estampa optimista con virtudes reales o estereotipadas y unos tipos que iban desde el aragonés hasta el gitano andaluz.
La caída del género chico, cansaba al público, se ha relacionado con el nacimiento de la Tragedia grotesca de Arniches.
Salinas las define así: "son un juego de comicidad extrema y gravedad profunda... lo que constituye la esencia misma de la tragedia grotesca de Arniches". Kayser la define así: "se trata del contraste entre la apariencia social de un hombre (su máscara) y su yo 'propiamente dicho' (su rostro".En definitiva, en la tragicomedia grotesca de Arniches se simultánea lo cómico y lo trágico, la comicidad externa y la gravedad interior. Hay, pues, un sentimiento de lo contrario, el juego de la comicidad externa y la gravedad interior. Destacan los siguientes títulos:¡Que viene mi marido!, La señorita de Trevélez, Los caciques, El señor badanas, etc.

LOS HERMANOS ÁLVAREZ QUINTERO: Serafín y Joaquín
Estrenan más de doscientas piezas teatrales repartidas entre juguetes, entremeses, sainetes, zarzuelas cómicas, apropósitos, pasos de comedias, comedias y dramas. Tan vasta producción solo puede ser entendida según fórmulas con mínimas variaciones internas, tanto temáticas como formales. Los supuestos básicos de este teatro son los de un realismo naturalista ingenuo, cuya pretensión es reflejar amablemente la vida en sus aspectos más superficiales.
La mayor parte de la obra de los Quintero queda adscrita al costumbrismo andaluz y en sus obras aparecen los tipos y costumbres andaluzas: Esgrima y amor, Gilito, La media naranja, El patio, La reja, Traje de luces, Mariquilla terremoto, Malva loca, etc.


MUÑOZ SECA Y EL ASTRACÁN
Durante 30 años, 1900-1930, aparece un género teatral de más que dudosa calidad literaria, pero de indudable interés para el sociólogo que estudie la decadencia del gusto y la crisis de la sensibilidad de un pueblo: El astracán, que es la degeneración del juguete cómico y del melodrama de costumbres. Muñoz Seca, solo en colaboración, escribirá más de 300 títulos.
El astracán supone el retruécano, al cual se supedita la acción, las situaciones y los personajes. Lo que importa es reírse por lo que presenta el disparate limpio, sin pretensión alguna de verosimilitud. Destacan: El verdugo de Sevilla, Los extremos se tocan, La venganza de Don Mendo, etc.

EL TEATRO POÉTICO EN VERSO
De signo anti-realista. Nace como reacción al teatro realista naturalista triunfante y conexionado con la estética modernista.
Lo que más se cultiva dentro de este grupo es el teatro histórico en verso y también el drama rural. Su actitud ideológica es su carácter anticrítico y apologético. Es el resultado de una vocación de salvación de algunos mitos nacionales, con unos tipos históricos propuestos como modelos de estilo y de conducta.
El iniciador y el más importante dramaturgo del género histórico-poético fue Eduardo Marquina quien escribió: Las hijas del Cid, Doña Mª la Brava, En Flandes se ha puesto el sol, El Rey trovador, El gran Capitán, etc.
También escriben teatro histórico-poético Francisco Villaespesa (El alcazar de las perlas, Dña. María de Padilla, etc.), Valle Inclán (dramas poéticos), etc.

UNAMUNO Y SUS DRAMAS ESQUEMÁTICOS
Su teatro no fue una creación marginal dentro de su producción, sino fruto de una dedicación persistente, aunque cortada por sistemáticos silencios, debido en buena medida a la falta de aceptación por parte de las compañías teatrales, ya que ese teatro le resultaba extraño y problemático.
El elemento fundamental de su concepción de la obra dramática es la desnudez que supone:
a. La supresión de lo que él llama perifollos de la escena, es decir, decorados, trajes y cualquier efecto escénico que no se desprenda de la palabra o de la acción.
b. Supresión de todo ornamento retórico y reducción de los personajes al mínimo, concentrando las pasiones a su núcleo.
El teatro de Unamuno se quedaba, por así decirlo, en conato de teatro, por exceso de reducción formal.
En él encontramos conflictos de pasiones y pasiones intensas, concentradas, pathos, clímax, caracteres, palabra tensa y acción intensa, fundamentalmente interior; pero tanto las pasiones como los caracteres, la acción y la palabra son esquemáticos, sin suficiente encarnadura dramática y por eso sin bastante instalación en la realidad. Un esquema, aunque sea dinámico, no es más que un esquema y la vida es muy otra.
Además de la insuficiencia de realización dramática, los personajes de Unamuno padecen fuerza por parte de su propio autor, pierden autonomía, dejan de reflejarse a sí mismos, de vivirse a sí mismos para no ser sino reflejos del único personaje: don Miguel de Unamuno. Es decir, la palabra de Miguel de Unamuno autor - protagonista se impone a la palabra de sus personajes, impidiéndoles ser, dramáticamente, por la palabra.
En realidad hay un monologuista, al cual se supedita el otro o los otros. Sus personajes, más que personajes dialogantes, son monodialogantes, y sus diálogos, monodiálogos. Entre sus obras destacan: La esfinge, La venda, El pasado que vuelve, Fedra, Sombras de sueño y El otro.


GARCÍA LORCA (1898-1936) Y SU OBRA DRAMÁTICA
Como dramaturgo es el más conocido fuera de España y ha conquistado amplios auditorios internacionales.
Los críticos suelen señalar un tema fundamental, constante en cada una de sus piezas y que le designan de distinta manera: tema del amor imposible, tema del amor frustrado, mito del deseo imposible o de la oposición del deseo y la realidad.
El universo dramático de Lorca es el resultado del enfrentamiento conflictivo de dos series de fuerzas: el principio de autoridad y el principio de libertad.
Estos dos principios se encarnan de distinta manera en su teatro: orden, tradición, realidad, colectividad, frente a institno, deseo, imaginación, individualismo, y a cada uno de ellos corresponde una constelación de símbolos: tierra, río, simiente, toro, caballo, sangre, etc.
Obra:
* El maleficio de la mariposa (1920)
En donde dramatiza líricamente el trastorno producido en el orden y la paz cotidianos de una comunidad de insectos por el Amor, un amor "más allá del amor", idéntico en esencia a la Muerte: "¡Y es que la Muerte se disfraza de Amor!".
Es una obra de raíz simbólica, sobre el amor de un "curianito" (un "cucaracho") por una bella mariposa. Se trata del tema del amor imposible, de la frustración.
* Mariana Pinera (1925)
Fue su primer éxito. Versa sobre la heroína que murió ajusticiada en Granada en 1831 por haber bordado una bandera liberal; es un drama de amor trágico. El amor y libertad son las armas que el héroe lorquiano femenino casi siempre levanta contra el mundo pero que vueltas contra él acaban destruyéndolo.
* Farsas:
a. Farsas para guiñol:
Tragicomedia de don Cristobal y la señá Rosita
Retablillo de don Cristobal
En sus muñecos encarna algunos elementos de los instintos y pasiones elementales del individuo y de la sociedad.
b. Farsas para personas:
La zapatera prodigiosa (1930): trata de una joven hermosa casada con un zapatero viejo. Tras la divertida anécdota se esconde el mito de la lucha entre la realidad y la fantasía.
El amor de don Perlimplín con Belisa en jardín (1928): es un "aleluya erótica", con aires de farsa, que presenta otro caso de amor trágico.
* Dos criptodrmas: de muy complejo simbolismo y de difícil comprensión. Surrealismo. Ambos están en relación con el ciclo poético del Poeta en Nueva York (1929-1930):
Así que pasen cinco años: Presenta a un Joven partido entre dos amores, ansia de paternidad imposible y lucha contra la huida del tiempo. Es el tema de la frustración íntima.
El público: es una especie de "auto sacramental" sin Dios, cuyos personajes encarnan las obsesiones y los conflictos secretos del poeta. Tres intenciones son perceptible:
1º. Una acusación a la sociedad ("el público") que condena y "crucifica" al homosexual.
2º. Una crítica de quienes no reaccionan valiente y dignamente contra tal represión.
3º. Una proclama de la licitud de toda forma de amor.

* Trilogía dramática de la tierra española:

Bodas de sangre(1933): se basa en un hecho real, una novia que escapa con su amante el mismo día de la boda. Se trata de una pasión que desborda barreras sociales y morales, pero que desembocará en la muerte.. En torno, un marco de odios familiares y de venganzas.
El fondo de la tragedia es la unión o la oposición de los sexos según leyes ciegas, más acá o más allá de lo propiamente humano y por tanto de la libertad. Aparece una Andalucía tan quintaesenciada que cobra valores tan universales como la Grecia de la tragedia clásica.

Yerma: (1934) es la tragedia de la mujer condenada a la esterilidad, con todo su alcance simbólico. De un lado el ansia insatisfecha de maternidad; de otro, la fidelidad al marido; es decir, el anhelo de realizarse frente a la sumisión a la moral recibida, con la arraigada idea de honra.

La destrucción de Sodoma: que no llegó a escribir.

* La casa de Bernarda Alba:(1936) Cima y testamento dramático de Lorca. El conflicto se desarrolla entre dos fuerzas: el principio de autoridad encarnado en Bernarda y el principio de libertad representado por las hijas. También se podría hablar del conflicto entre la realidad y el deseo o de la rebeldía contra represeión, de naturaleza contra tradición.
Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba (encarnación de las fuerzas represivas) impone a sus cinco hijas, como luto, una larga y rigurosa reclusión. Se trata, sin duda, de una exageración, pero ese exceso, esa situación límite, sitúa la obra en el plano de lo legendario, de lo simbólico, del mito. Planteamientos tan "increíbles", de dan en tragedias clásicas o en Shakespeare.

Catalizador de las fuerzas encerradas en la casa será la figura de Pepe el Romano (encarnación del "oscuro objeto del deseo), pretendiente o novio de Angustias (para el matrimonio supondrá salir pronto "de este infierno"), hija mayor y heredera, pero atraído por la juventud y belleza de Adela (encarnación abierta de la rebeldía que la conducirá a la tragedia), la menor, y amado, a su vez, por Martirio (personaje más complejo que se debate entre el miedo a los hombres y una ardiente pasión hacia ellos).


En ese contexto cultural y literario surge la figura de Ramón María del Valle-Inclán  y su teatro en libertad. Pero eso lo desarrollaremos en la próxima entrega.

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