El neurocientífico norteamericano, Eric Richard Kandel, de origen vienés, premio Nobel 2000, afirmó que el cerebro es el secreto mejor guardado de la naturaleza. Es posible que jamás el hombre llegue a descodificar del todo su órgano más complejo y perfecto (el cerebro), ni responder satisfactoriamente a cómo nace la actividad mental, dónde se esconden los recuerdos, por qué el hombre es consciente de su propio yo, por qué soñamos…A pesar de los logros de las exploraciones neurocientíficas todavía hay muchos interrogantes sin respuesta y aspectos más enigmáticos aún no planteados ni admitidos por los científicos como la Paraspicología, las facultades más ignotas del psiquismo humano; los científicos actuales empiezan a aplicar las paradojas cuánticas al estudio de los fenómenos psíquicos; o la idea de vanguardia, el llamado cerebro halográfico, el descubrimiento, a principios de los 70, del neurofisiólogo norteamericano, de origen vienés, Karl Pribram, cuyo Modelo Holográfico del Cerebro da cuenta cómo a partir de las frecuencias vibratorias que entran por los canales sensoriales, el cerebro crea el espacio, el tiempo, los objetos y la realidad exterior misma. Esto ha llevado a la conocida hipérbole de que los acontecimientos que definen la actividad cerebral están fuera del espacio-tiempo. Todo esto nos indica que hay que alejarse un poco de las categorías espacio-temporales de referencia para adentrarnos en el dominio siempre enigmático de la Mecánica Cuántica y de unas extrañas estructuras microtubulares del cerebro para tratar de comprender “la conciencia del siglo XXI”, algo que está más allá del cerebro.
Con todo, los neurocientíficos se centran en investigar el funcionamiento de las diferentes zonas del cerebro, descubrir la naturaleza de los neurotransmisores y localizar las áreas que dirigen funciones como la inteligencia, la memoria, las emociones o las pulsiones. El físico y biólogo británico Francis Harry Compton Crick (1916-2004), Premio Nobel de Medicina en 1962, junto a James Watson y Maurice Wilkins, por el descubrimiento de la estructura molecular del ADN, reconoce que, “nuestro conocimiento del cerebro sigue en un estado muy primitivo […] Todo está por descubrir…” (GARRIDO, M., El cerebro, la gran incognita, Editorialbitacora, Website).
Fisiológicamente, el cerebro está constituido por dos mitades simétricas:
1ª. Hemisferio izquierdo; rige el lado derecho: el pensamiento lógico, verbal y analítico. Se relaciona con el Lenguaje, Matemáticas y Lógica.
2ª. Hemisferio derecho; se ocupa del lado izquierdo: lo subjetivo, lo emocional y creativo. Se relaciona con la orientación espacial, reconocimientos de caras, imagen corporal. Aprecia el Arte y la Música.
A su vez, los dos hemisferios están divididos en cuatro lóbulos:
1º. Frontal: relacionado con el conocimiento y la inteligencia,
2º. Temporal: con el área auditiva,
3º. Parietal: con el área sensocial, y
4º. Occipital: con el área visual.
Con todo, los neurocientíficos se centran en investigar el funcionamiento de las diferentes zonas del cerebro, descubrir la naturaleza de los neurotransmisores y localizar las áreas que dirigen funciones como la inteligencia, la memoria, las emociones o las pulsiones. El físico y biólogo británico Francis Harry Compton Crick (1916-2004), Premio Nobel de Medicina en 1962, junto a James Watson y Maurice Wilkins, por el descubrimiento de la estructura molecular del ADN, reconoce que, “nuestro conocimiento del cerebro sigue en un estado muy primitivo […] Todo está por descubrir…” (GARRIDO, M., El cerebro, la gran incognita, Editorialbitacora, Website).
Fisiológicamente, el cerebro está constituido por dos mitades simétricas:
1ª. Hemisferio izquierdo; rige el lado derecho: el pensamiento lógico, verbal y analítico. Se relaciona con el Lenguaje, Matemáticas y Lógica.
2ª. Hemisferio derecho; se ocupa del lado izquierdo: lo subjetivo, lo emocional y creativo. Se relaciona con la orientación espacial, reconocimientos de caras, imagen corporal. Aprecia el Arte y la Música.
A su vez, los dos hemisferios están divididos en cuatro lóbulos:
1º. Frontal: relacionado con el conocimiento y la inteligencia,
2º. Temporal: con el área auditiva,
3º. Parietal: con el área sensocial, y
4º. Occipital: con el área visual.
El cerebro funciona como un holograma; al extirpar una parte del cerebro no se pierde la memoria, pues no está localizada en ninguna zona específica, sino repartida por toda la masa cerebral. Un holograma es una imagen tridimensional hecha con la ayuda de un láser. El holograma tiene como propiedad el hecho de contener toda la realidad en cada una de sus partes. El modelo holográfico del cerebro explica que cada porción del cerebro contenga la totalidad de las memorias cerebrales.
En la teoría del “orden implicado”, las partículas subatómicas no son entidades individuales, sino extensiones de algo holístico, básico, que llenan el orden implicado. Esta teoría responde, al igual que la del cerebro anterior, al modelo holográfico. De la fusión de ambas surge una teoría más amplia, según la cual el cerebro es un holograma que interpreta un universo holográfico.
Existe, según la Teoría holográfica global, un orden en el universo. No hay en realidad ondas o partículas, sino un orden implicado que genera ondas y partículas. El orden implicado lo contiene todo y no radica en ninguna parte, sino en las interconexiones, en la interrelación. Por eso, piensa Paz, C., que la memoria está codificada, no en las nueronas sino en los impulsos nerviosos que atraviesan todo el cerebro... Seguiremos...
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