Fecha: 1636/37
Procne, esposa de Tereo, rey de Tracia, le muestra a éste la cabeza de su hijo, Itis, y le desvela así que acaba de comérselo en un exquisito banquete preparado por ella en venganza por haber violado a su hermana.
La fabula mitológica de Procne y Filomela
Según la tradición clásica, la cultura habría surgido al producirse en Grecia el tránsito del MITO AL LOGOS, esto es, el remplazamiento de la cosmovisión mítica y mágica por la racionalidad del pensamiento filosófico y el científico.
En palabras de Ewin Pasnofsky, la obra de arte es un producto de la mente que, culturalmente cristalizada, da lugar a la forma. El historiador del arte debe intentar reconstruir aquellos fundamentos sociológicos en los que fueron elaboradas las obras de arte o los textos referidas a ellas. Según Pasnofsky, se pueden ver varios niveles de significación de la obra de arte.
Nivel iconográfico
En este nivel se trata de reconocer e identificar lo que se observa, sin necesidad de poseer conocimientos icónicos, aunque si se precisa una mirada atenta que repare en los mas mínimos detalles.
Según la mitología griega, Filomela era la hija del rey de Atenas, Pandión, y tenía una hermana conocida como Procne.
El marido de Procne era el héroe Tereo, hijo de Ares y rey de Tracia, quien la había desposado tras haber salvado a Atenas de los bárbaros. Esta unión estuvo maldita desde sus inicios, y aunque tuvieron un hijo llamado Itis y vivían en paz, Procne sentía nostalgia de su hermana Filomela. Así que convenció a Tereo para que le permitiese verla de nuevo. Este accedió pero con la condición de que el encuentro se llevara a cabo en Tracia.
Así Tereo marchó a Atenas y, tras convencer al rey para que dejara partir a Filomela hacia Tracia, la llevó consigo. Pero la juventud y la hermosura de Filomela ya habían desatado la pasión de Tereo nada más verla. Cuando llegaron a Tracia la violó, sin hacer caso de sus desesperadas súplicas. Además, para que Procne nunca se enterara de su reprobable acción, le cortó la lengua y la encerró en una solitaria prisión en el bosque. Luego dijo a Procne que su hermana había muerto.
Víctima de la tristeza y el abandono, Filomela decidió emprender su plan para vengarse de Tereo. En su solitaria prisión tejía sobre un lienzo blanco y con hilo purpura la triste historia de su vida. Cuando acabó hizo llegar su obra a su hermana, la reina. Así fue como Procne se enteró de que su esposo la había engañado, pues su hermana todavía vivía. Deseosa de venganza, Procne se dirigió a la prisión de Filomela aprovechando el tumulto de las fiestas dedicadas a Baco. Con atuendo de bacante rescató a Filomela y la llevó a palacio, donde tuvo lugar el triste reencuentro. Pero pronto a las lágrimas siguió la venganza, que Procne quiso más cruel aún que el crimen de su esposo.
Viendo, pues, el parecido de su hijo Itis con el culpable de su desgracia, Procne le dio muerte. Entre ambas hermanas despedazaron el cadáver y lo cocinaron para Tereo. Él comió sin advertir nada, hasta que, cuando hubo terminado, reclamó la presencia de su hijo. Fue entonces cuando Procne exclamó satisfecha "tienes dentro a quien reclamas"; y Filomela irrumpió con la cabeza del desdichado Itis. Enfurecido, Tereo inició la persecución de las asesinas, pero los dioses acabaron condenando sus actos crueles transformando a los tres personajes míticos en aves: a Filomela en ruiseñor, a Procne en golondrina, y a Tereo en abubilla, semejante a un guerrero con penacho y agudo pico.
Nivel iconográfico
Consiste en desentrañar los contenidos temáticos afines a las figuras o a los objetos figurados en una obra de arte. Hay que acudir a la tradición cultural, principalmente a las fuentes icónicas y a las fuentes literarias. Se trata de identificar el asunto representado y de ponerlo en conexión con las fuentes escritas.
LAS FUENTES CLÁSICAS
La Leyenda de 0vidio.
Al analizar la leyenda de Ovidio, vamos a seguir unos puntos que luego observaremos también en el resto de las fuentes. Estos puntos son: familia, violación, delación, venganza y metamorfosis.
A. Familia.
Pandión, en agradecimiento a la ayuda prestada en la guerra por el tracio Tereo, le ofrece a éste en matrimonio a su hija Procne: así comienza la leyenda en Metamorfosis VI, 424. Se celebra la boda de Procne y Tereo sin la asistencia de Juno, el Himeneo y la Gracia: comienza el relato con una inexplicable y manifiesta hostilidad de los dioses. Las Euménides sostienen las antorchas y les preparan el lecho; se posa, sobre el techo de la alcoba, un búho siniestro. Con tales presagios se unen y son padres de Itis; de nada sirve que celebren como solemnes esos días señalados; es el desconocimiento humano del futuro, marcado por un mal augurio por Ovidio.
Pasado algún tiempo, Procne solicita de su marido ocasión para ver a Filomena, su hermana. Tereo, complaciente, va él en persona a pedir permiso a su suegro para poderse llevar a Filomela, de la que, cuando la ve se enamora.
Narra Ovidio cómo nace la pasión en Tereo y cómo ya no puede sino darle vueltas en su pensamiento y en su corazón, atizando cada vez más la llama prendida; es esta pasión la que le hace elocuente (añadiendo lágrimas a su petición) y parecer un esposo ejemplar. Filomela, en su ignorancia de la desgracia que se le avecina, termina de convencer al pobre Pandíon, su padre, que la entrega a la custodia de Tereo.
B. Violación.
Al término del viaje, Tereo encierra en “la oscuridad de añosas espesuras” a Filomela y la viola. Amenaza la que era doncella con desvelar lo que en ella ha realizado Tereo y no le importa anunciar su deshonra si con ello da a conocer la perversidad de él, pero con ello sólo consigue suscitar la ira de Tereo que le corta la lengua con unas tenazas.
Con esto se ha llegado al punto culminante de la envilecida atrocidad de Tereo, que prepara, explica y anuncia la correlativa atrocidad de una venganza que tardará un año en producirse.
En ningún autor aparece narrado todo el proceso de la violación con tanto detalle y profundidad como en Ovidio. Todos los escritores, en general, citan la violación como
un hecho más en la cadena de la desgracia, aunque, eso sí, figura como causa de los acontecimientos posteriores.
La mayoría de los autores dicen que Tereo va a Atenas por encargo de Progne; casi todos están de acuerdo con Ovidio: Tereo va a Atenas a buscar a Filomela por encargo de su mujer, Progne, que desea verla y, en el viaje, la viola y le corta la lengua.
Los hay que afirman que hay engaño de Tereo. Algunos introducen un nuevo elemento: el engaño con la muerte de Progne, con lo que desaparece el empleo de la fuerza. Tereo engaña a Pandión y le pide en matrimonio a Filomela. Tereo, en esta variante, engaña a Filomela, la seduce y esconde y, después de tomarla por mujer, le corta la lengua. En cambio, Probo une todos los elementos: el viaje a Atenas (aquí por casualidad), el amor hacia Filomela y el engaño (sin especificara quién). Higino dice que Tereo, tras engañara Pandión con la muerte de Progne recibe a Filomela en matrimonio, pero en el viaje de regreso arroja sus protectores al mar y la viola sin posterior amputación de la lengua. Luego, en vez de esconderla, la envía a casa del rey Linceo.
En todo caso, la mención de este intervalo de tiempo de un año, tras el luto de Progne por la supuesta muerte de su hermana, en la que Tereo le hace creer, constituye una especie de alivio o descanso en la angustiosa de la narración.
C-D. Delación y venganza.
Filomela, en su encierro y sin lengua, se ve imposibilitada para revelar nada, pero teje su desgracia y se la envía a Procne por medio de una esclava. Al recibirlo, “el dolor le selló la boca” y hace que dedique sus esfuerzos a preparar la venganza.
La noche en que se celebran los festivales de Baco sale Procne vestida de bacante y va a buscar a su hermana, a la que también viste de baca. Se la lleva a palacio y medita la venganza: todo es poco para Tereo.
Viendo que Itis se acerca a su regazo en busca de caricias, exclama: !Quam / es similis patri!; esta frase le hace concebir el único castigo que considera justo para su marido y, venciendo su debilidad maternal, mientras la criatura intuyendo lo que va a pasar, gime: mater, mater…ella le clava la espada y Filomela le corta el cuello.
Despedazado el niño, cocinan un banquete para Tereo que, creyendo que era un rito tradicional de los padres de Progne, devora sus propias entrañas. El padre quiere ver a su hijo.
la madre llena de gozo no se lo muestra y Tereo no entiende la situación hasta que Filomela, enloquecida de placer, le muestra la cabeza del desdichado niño.
Tereo trastornado por el dolor, llora...
E. Metamorfosis.
Al fin, coge la espada y persigue a las hermanas. Por la velocidad con que unas huyen y otro persigue, todos se metamorfosean en pájaros: la una se dirige a las selvas (ruiseñor), la otra a los tejados (golondrina) con las plumas marcadas de sangre, y él se transforma en abubilla: parece un guerrero armado.
Pocos versos dedica el poeta a la metamorfosis de los protagonistas: el lector pasa directamente del estado de ánimo del Tereo perseguidor a la metamorfosis ya consumada.
El geógrafo griego Pausanias (s. II d. C.) considera que la leyenda es lo suficientemente conocida por el lector y así se refiere a ella por encima, sin detenerse en detalles.
Nivel iconológico o iconografía en sentido profundo
Consiste en ahondar sobre el concepto o las ideas que se esconden en los asuntos o temas figurados y si alcance en el contexto cultural.
Es lógica la pérdida de la memoria histórica de este tema y este dios que fue objeto de la más cruel de las venganzas imaginables: devorar a su propio hijo, sin saberlo, como vianda central de un banquete.
Admirar y soportar cuadros como el de aquel banquete de Tereo, la escena más cruel que, acaso, Rubens concibió, es fruto indudable de la tradición mitológica de los tiempos primordiales anteriores a la historia.
Otra vez prima la truculencia sobre la historia, ya que nadie mandó tratar este tema en concreto al pintor flamenco, a quien se le encargaron obras referidas a las Metamorfosis de Ovidio –ya traducidas al castellano en 1580– y que, sin duda, inspiraron a Rubens para hacer lo que se ha llamado "la traducción plástica de mayor empeño conocida".
Esta pintura conserva toda la angustia de la tragedia griega y el horror de las venganzas familiares cuando un honor ultrajado se antepone a toda otra consideración. El adulterio, tan benignamente resuelto en mil ocasiones similares por la mitología clásica, alcanza aquí una severidad únicamente explicada por la de la acción de Tereo de cortar la lengua a su cuñada para que no le delatase.
Pero el visitante enamorado puede ensanchar su pecho, hasta ahora sobrecogido por la ferocidad del tema, al conocer la infinita piedad de los dioses griegos ante las debilidades de sus congéneres: los tres fueron convertidos en pájaros.
Procne se convierte en golondrina (ave migratoria), Filomela en ruiseñor (pájaro con un canto muy melodioso) y Tereo en abubilla, (pájaro insectívoro, que es muy agradable a la vista, pero de olor fétido y canto monótono.
Madrid, 3 de abril de 2011
Zipi Literario Zape