El sueño de la razón produce monstruos

viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Qué cosa es amor?

Celestina es una servidora de la sexualidad en todas sus formas; toda su vida se ha dedicado al amor ilícito, hace juicios y da consejos relacionados con el amor y la sexualidad en general. A sus experiencias se unen todo un repertorio de sentencias de los sabios y de refranes populares que dan fuerza doctrinal a sus observaciones (Russell, P. E., 1991:63 y ss.)

Celestina no sirve al mal por el mal (Maeztu, R., 1962); es capaz de servir al bien si le rinde provecho. Nada le importa fuera de la utilidad; va a lo suyo; es, en una palabra, una mujer lista; sabe lo que le conviene y como conseguirlo; es una profesional del sexo y medra de las pasiones, el vicio y la miseria moral del prójimo, y así lo proclama en varias ocasiones. Sabe que "la naturaleza huye lo triste y apetece lo deleitable", y a procurarlo se dedica, y de lograrlo vive. Es la voz inequívoca de la nueva moral utilitaria, la victoria del interés y del dinero sobre el honor y la religiosidad

Celestina practica la magia unida a la alcahuetería. El elemento mágico en LC responde a que la magia es la gran ciencia en el primer Renacimiento y va ligada a la concepción de la Fortuna: un mundo de fuerzas invisibles que favorecen o perjudican al hombre, lucha contra ellos, los ensalza, los abate, los prima, los castiga...(Maravall, 1976 : 147); exclamará Calixto (Acto XIII, 4.ª):

"Cal.- ¡Oh, Fortuna, quanto y por cuantas partes me has combatido!" Pues, por más que sigas mi morada y seas contraria a mi persona, las adversidades con ygual ánimo de han se sofrir, y en ellas se prueva el coraçon rezio o flaco[1]".

Celestina como hechicera o maga trata de actuar sobre las fuerzas de la Fortuna para que sean propicias al hombre y con ello gana dinero, que es su objetivo. La vieja alcahueta-hechicera es, pues, una verdadera experta en actuar sobre el devenir de las fuerzas de la Fortuna así como en el amor como artículo de consumo. Cuando Celestina define qué cosa es el amor reproduce al pie de la letra una definición petrarquista:

"Mel.- ¿Cómo dizes que llaman a este mi dolor, que assí se ha enseñoreado en lo mejor de mi cuerpo?

Cel.- ¡Amor dulce!

Mel.- Esso me declara qué es, que en sólo oýrlo me alegro.

Cel.- Es un fuego escondido, una agradable llaga, un sabroso veneno, una dulce amargura, una delectable dolencia, un alegre tormento, una dulce y fiera herida, una blanda muerte.[2]"



[1]. las adversidades con ygual ánimo..., y en ellas se prueva el coraçon rezio o flaco.: se trata de dos sententiae petrarquescas que se hallan en secuencia en el Índice (1496, fol. A 2 r): (i) aduersa aequo animo sunt toleranda; (ii) In aduersis animus probatur -lugar común trillado traducido por Rojas con bastante libertad para avivarlo (Russell, P. E., 1991:494).

[2]. Véase De los remedios contra próspera y adversa fortuna (Valladolid, 1510). Traducción de Francisco de Madrid de la obra de Petrarca: De remediis utriusque fortunae.

"Est enim amor latens ignis: gratum uulnus, sapidum uenenum: dulcis amaritudo: delectabilis morbus: iucumdum supplicium: blanda mors" (De remediis); Francisco de Madrid traduce "...el amor es un escondido fuego, una agradable llaga, un sabroso rejalgar, una dulce amargura, una delectable enfermedad, un alegre tormento y una blanda muerte." Rejalgar era "combinación muy venenosa de arsénico y azufre" (DME); (Russell, P.E., 1991: 63-64)

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