El sueño de la razón produce monstruos

jueves, 5 de enero de 2012

Eric Berne y su Análisis transaccional... (III)

La Pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas.

Análisis estructural y funcional

Valbuena de la Fuente (op. cit., 2006, págs. 35 y ss.) se ocupa del Análisis Estructural y Funcional y lo relaciona con la doctrina de los Tres Géneros de Materialidad de Gustavo Bueno . Lo aplica a algunos pasajes del Canto I de La Ilíada y a dos secuencias de dos films clásicos: Al rojo vivo (“White heat” en V.O.) de Raoul Walsh; guión de Ivan Goff & Ben Robert (Historia: Virginia Kellogg) y El tercer hombre (“The Third Man”, V.O.) de Carol Reed, sobre guión de Graham Greene (Novela: Graham Green).

Afirma Valbuena que Berne observó cómo en las actividades sociales las personas cambiamos verbal y no verbalmente, a veces muy rápidamente. Estos cambios en las palabras, en el tono de voz y en el lenguaje corporal van asociados a cambios de sentimientos. Estos cambios son regulares y muestran un conjunto de pautas observables.

Aristóteles en su Poética, con relación a la trama del argumento en las tragedias, distingue:

A) PERIPECIA: es el cambio de las acciones en sentido contrario al curso natural o verosímil de las cosas. Ej. En tragedia de Sófocles, Edipo , un mensajero se presenta ante Edipo para comunicarle que ha muerto Pólibo, rey de Corinto, cuyo trono corresponde a Edipo. Pero este último tiene miedo de cometer incesto con Mérope, viuda de Pólibo, a la que él considera su madre. El mensajero entonces, para quitarle esos temores, le revela que Pólibo y Mérope no son sus padres. Este descubrimiento produce en Edipo el efecto contrario, ya que le revela la tremenda realidad de que ha matado a su verdadero padre, Layo, y se ha casado con su madre, Yocasta.

Se trata de una complicada y enrevesada historia que el público debía conocer sobradamente. Pero Sófocles debió manejar la leyenda tradicional según sus intenciones literarias; los estudiosos consideran que los aspectos que introdujo como elementos nuevos en el mito fueron:

-elige el punto culminante de este mito, cuando Edipo, ya siendo rey de Tebas, está a punto de descubrir todo su triste pasado: el parricidio y el matrimonio con su madre,

-hace que Edipo se castigue a sí mismo, y que Yocasta se suicide al descubrir el incesto, y

-cuenta la historia como una investigación personal del personaje sobre su pasado.

La leyenda inspiró a Sigmund Freud su teoría del complejo de Edipo o conjunto de emociones, actitudes y conductas que reflejan en el sujeto la atracción hacia el progenitor del sexo opuesto y la rivalidad, odio y celos hacia aquel del mismo sexo. Se trata de un fenómeno presente en la experiencia de los seres humanos, y cuya resolución trae consigo principalmente la identificación con el padre del mismo sexo, la búsqueda del compañero sexual del sexo opuesto fuera del círculo familiar y la instauración de la instancia moral en el psiquismo (superyó). El complejo de Edipo se hace presente en el niño desde muy temprano, y al mismo tiempo éste empieza a modificarlo y a construir su superyó.

B) RECONOCIMIENTO O ANAGNÓRISIS es “un cambio de la ignorancia al conocimiento, que conduce a la amistad o al odio, de los personas destinadas a la dicha o al infortununio”. El reconocimiento más hermoso tiene lugar a la vez que la peripecia, como sucede en el Edipo.(ARISTÓTELES, Poética, 2009, pág. 60)

C) PADECIMIENTO O LANCE PATÉTICO: es una acción destructora o dolorosa que anuncia la muerte en sí, ya sea en escena (algo infrecuente en la tragedia griega), ya sea a la luz pública, los dolores agudos, las heridas y demás cosas semejantes.

Los cambios de las personas se parecen a los cambios de los personajes de las obras literarias y cinematográficas, afirma Valbuena de la Fuente (ibídem, 2006, pág. 46). Además nos dice que Berne (muy aficionado a los clásicos y a la Mitología) lo primero que hizo fue sintetizar las regularidades que observaba en esos cambios.

El profesor Valbuena, siguiendo la doctrina de los Tres Géneros de Materialidad , de Gustavo Bueno Martínez, quien en el contexto de la lógica de las ciencias humanas” nos ofrece una teoría materialista (no holista) de la identidad como fundamento de una nueva Lógica, afirma que en el progressus es donde los seres del mundo aparecen organizados en géneros, en tres géneros ontológicos-especiales de materialidad , a saber:

M1 o conjunto de objetos corpóreos, de “bultos”, de objetividades extensivas;

M2 o conjunto de materialidades de naturaleza subjetiva (dolores lumbares, vivencias: sentimientos de placer, de dolor, de alegría, de tristezas, etc.), dadas en el “fuero interno”. No en vano el cerebro depende del oxígeno para quemar la glucosa que le proporciona la energía. Es tan dependiente de la glucosa que no trabaja bien si se la suprime. La glucosa es el combustible del cerebro. Gasta mucho, porque el cerebro, que apenas supone el 2% de nuestro peso, consume el 20 % del oxígeno que necesitamos. ¡Una desproporción!, con la finalidad de establecer las conexiones neuronales que nos permiten percibir y analizar la información que recibimos y la que ya tenemos y en generar respuestas apropiadas. Una parte de lo que percibimos proviene, a través de nuestros sentidos, de lo que nos rodea y la otra, quizás mayor, de nuestro propio cerebro .

M3 o conjunto de relaciones materiales de naturaleza “ideal” o “esencial”, no propiamente subjetivas, aunque tampoco corpóreas, pero sí objetivas.

Es posible que la percepción que tenemos del universo no sea una ilusión, pero tampoco es un dislate pensar que la ciencia no es tan objetiva como parece y como a veces se le atribuye.
Para el profesor Valbuena de la Fuente, siguiendo la doctrina de los tres Géneros de Materialidad de Gustavo Bueno, Berne efectuó un regressus y así advirtió que:

1º. Hay momentos en que las personas comprueban la realidad y estiman racionalmente las probabilidades para acabar decidiéndose a hacer determinadas cosas y no otras. Ej.: El Sr. Segundo sabía manejar grandes sumas de dinero y aumentarlo, lo cual demostraba que sabía calcular muy bien las probabilidades y decidía invertir en unos fondos y no en otros. ----Adulto

2º. En otras ocasiones las personas actuaban como si estuvieran dominadas por un pensamiento autista, y por miedos y expectativas arcaicas. Ej.: El Sr. Segundo, que también sabía hacer dinero, se dedicaba a hacer lo que le daba la gana cuando se refugiaba en una cabaña en las montañas; también robaba chicle. ---- Niño

3º. Las personas muestran que muchas veces se comportan según unas pautas que han recibido en su vida familiar, en el colegio, en el grupo de amigos o viendo la televisión. El Sr. Segundo era un conocido abogado que atendía muy bien a su familia, se ocupaba de obras de bien en su comunidad y era socialmente popular. ---- Padre

Ante estas regularidades que observaba en el trato con personas y grupos, Berne llegó a suponer la existencia de tres órganos psíquicos:

a) Una NEOPSIQUIS ---- A
b) Una ARQUEOPSIQUIS ---- N
c) Una EXTEROPSIQUIS ----P

Sin embargo, Berne siempre se empeñó en simplificar el lenguaje para facilitar la comunicación con y entre el mayor número de personas posibles. Así llamó Adulto, Niño y Padre a las manifestaciones fenomenológicas y operaciones de esos tres órganos psíquicos. En uno de los Capítulos de su obra Psicoanálisis y el Análisis Transaccional (Berne, 1983, págs. 327-341) compara y contrasta sus Tres Estados del Ego con los conceptos de Superego, Ego e Id de Freud, anticipándose así a las objeciones de los lectores sobre la adaptación de los tres mencionados conceptos de Freud. En psicoanálisis, el inconsciente es un lugar desconocido para la conciencia: “otra escena”.

En la primera concepción tópica, denominada primera tópica freudiana (1900-1920), Freud distinguió el inconsciente, el preconsciente y el consciente. En la segunda concepción, o segunda tópica (1920-1939), hizo intervenir tres instancias o lugares: el ello, el yo y el superyó.

El INCONSCIENTE (Ics) constituye una instancia o un sistema de contenidos reprimidos que se sustraen a las otras instancias: el preconsciente y el consciente (Pcs – Cs). En la segunda tópica no es ya una instancia, sino una característica del ello y, en gran medida, del yo y el superyó.
Freud no descubrió el inconsciente ni la palabra para definirlo, pero lo convirtió en un concepto principalmente de su doctrina dotándolo de un significado muy diferente. Inconsciente ya no es una “supraconciencia” o un “subconsciente”, situado más allá o más acá del consciente; lo convierte en una instancia a la cual la conciencia no tiene acceso, pero que se le revela en los sueños, los lapsus, los juegos de palabras, los actos fallidos, etc.

El PRECONSCIENTE, para Freud, designa una de las tres instancias de su primera tópica. Como adjetivo, califica los contenidos de esa instancia o sistema que, aunque no están presentes en la conciencia, son accesibles para ella, a diferencia de los contenidos del sistema inconsciente.

El CONSCIENTE: como sustantivo, indica la localización de ciertos procesos constitutivos del funcionamiento del aparato psíquico. Y como adjetivo, califica un estado psíquico.

En la segunda tópica freudiana
ELLO: designa una de las tres instancias de la personalidad, junto al yo y el superyó. El ello es concebido como un conjunto de contenidos de naturaleza pulsional y de tipo inconsciente. Freud introdujo por primera vez esta palabra en su ensayo El yo y el ello, insistiendo en lo bien fundado de la acepción que hizo su introductor del término: una vivencia pasiva del individuo confrontado con fuerzas desconocidas e imposibles de dominar.
A partir de 1915, Freud llega a la conclusión de que grandes partes del yo y el superyó son inconscientes. Por eso introduce el ello para designar el inconsciente, considerado como un receptáculo pulsional desordenado, semejante a un verdadero caos, lugar de “pasiones indómitas” que, sin la intervención del yo, sería un juguete de sus deseos pulsionales. Convierte al ELLO en sede de la pulsión de la vida y de la pulsión de la muerte.

SUPERYÓ: según Freud, designa una de las tres instancias de la segunda tópica, junto al yo y el ello. Hunde sus raíces en el ello y, de un modo despiadado, actúa como juez y censor del yo.
En su texto de 1924 sobre la economía del masoquismo, Freud declara: “El imperativo categórico de Kant es [...] el heredero directo del complejo de Edipo”.

Al descubrir Freud una parte inconsciente del yo, distinta del yo consciente, considera que su objeto es observar y juzgar al yo consciente. Así el superyó lo llenó de una instancia de vigilancia y juicio del yo inconsciente, albergando también la autoridad parental que dirige la infancia en la que se alternan las pruebas de amor y los castigos (generadores de angustia); cuando el niño renuncia a a satisfacción edípica, interioriza también la prohibiciones externas y el superyó reemplaza o sustituye a la instancia parental por medio de una identificación

El Primer Género de Materialidad de los Estados del Ego

Aristóteles, en su Poética, nos dice que el segundo elemento de la trama de una tragedia es la anagnórisis o reconocimiento, y distingue seis tipos:
a) Por signos, indicios, señales y símbolos,
b) los que efectúa directamente el autor,
c) por recuerdo,
d) por argumentación,
e) por inferencia falsa o paralogismo , y
f) por la naturaleza misma de los incidentes

Toda la obra de Berne y el libro de Darwin, La expresión de las emociones en el hombre y en los animales faciales, se pueden leer desde el enfoque del Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno Martínez.

Para reconocer el Estado del Ego de una persona en un momento dado, Berne atiende a cuatro vías de entrada:
1ª. La conducta ---- Se corresponde con el reconocimiento por signos, indicios, señales y símbolos de Aristóteles.
2ª. El efecto que el sujeto produce en los demás, es decir, los Estados del Ego que suscita en quienes le rodean, ---- el reconocimiento por la naturaleza misma de los incidentes de Aristóteles.
3ª. La investigación del pasado ---- el reconocimiento por el recuerdo de Aristóteles.
4ª. La experiencia interna ---- el reconocimiento por argumentación de Aristóteles.
Los reconocimientos que efectúa directamente el autor ---- con los del psicólogo, psiquiatra o comunicador experto; los tres pueden minutar, aunque también pueden hacerlos una persona desinteresada.
El reconocimiento por inferencia falsa ---- se da en todos aquellos incidentes en los que el comunicador llega a una conclusión falsa. Ej. de Aristóteles: “Puesto que, después de haber llovido, la tierra está mojada, cuando vemos que la tierra está mojada, sacamos la conclusión de que ha llovido”. Esta conclusión puede ser falsa.
Desde el punto de vista de los Tres Géneros de Materialidad, Gustavo Bueno entiende la materia:

M1 = “En el Primer Género de Materialidad, se disponen todas las realidades exteriores a nuestra conciencia y ciertas propiedades que van ligadas a los cuerpos, y que se manifiestan como objetivas a la percepción” (cfr. VALBUENA DE LA FUENTE, F., 2006, pág. 48).
Se puede observar que sólo entran en este Primer Género de Materialidad el reconocimiento por la conducta y por el efecto que el sujeto causa a los demás. Se incluye también el Principio del Rostro Plástico.
El Segundo Género de Materialidad de los Estados del Ego
M2 = “El Segundo Género de Materialidad (M2) acoge a todos los procesos procesos reales, dados antes en una dimensión temporal que espacial, dados en el mundo como “interioridad”: las vivencias de la experiencia interna en su dimensión, precisamente interna. Por ej. los “ensueños ” […]” (VALBUENA DE LA FUENTE, F., 2006, PÁG. 50). Epistemológicamente , los contenidos de M2 se clasifican en:
1) Las vivencias de la experiencia interna inmediata de cada cual: sensaciones cenestésicas , emociones…La estructura de esta experiencia es puntual, debe ser pensada como acontecimiento en el “fuero interno” de cada organismo dotado de sistema nervioso. El dolor de apendicitis es tan material como el propio intestino.
2) Los contenidos que se presentan como propios de la experiencia ajena (animal o humana), en tanto que sobreentendida como interioridad: el dolor que una herida le produce a un perro.
La realidad de los contenidos de M2 es tan efectiva, aunque INVISIBLE, como pueda serle la M1. Así pues, pertenecen a este segundo género las vías tercera y cuarta de Berne: la investigación del pasado y la experiencia interna. También el Principio del Yo Móvil.

El tercer género de materialidad de los Estados del Ego

“Denotamos con la expresión Tercer Género de Materialidad (M3) a objetos abstractos (no exteriores, pero tampoco interiores), tales como: espacio proyectivo reglado, rectas paralelas, conjunto infinito de números primos, “Langue” de Saussure, relaciones morales, identidades sintéticas, que propiamente no se incluyen en un lugar o tiempo propio…Suponemos, desde luego, que los contenidos del tercer género, aunque sean intemporales e inespaciales, no por ello están “fuera” del espacio y del tiempo…”.

Los Análisis Estructural y Funcional de Primer Orden o Primera Instancia dejaban números aspectos de la personalidad que no a los que no se llegaba con la profundidad necesaria; por esto Berne, después de analizar a muy diversas personas, amplió su análisis al darse cuenta que cualquiera que funcione como Adulto, además de percibir por separados los tres Estados de la Ego (círculos: P, A, N), (sin que ninguno invada el estado del otro o que se dé cuenta de cuándo un círculo se introduce en el otro), tendría que manifestar idealmente:

a) Responsabilidad ética y moral----EXTEREOPSIQUIS----P2----ETHOS

b) Procesamiento de datos objetivos ----NEOPSIQUIS ---- A2 ----LOGOS

c) Atractivo personal y simpatía ---- ARQUEOPSIQUIS ----N2 ----PATHOS


Berne nos va ofreciendo planos de la personalidad y los va complicando, según el nivel de profundidad; es decir, según lo que estemos dispuestos a recordar. Y para ese trabajo de ANAMNESIS*, necesitamos los TESTIMONIOS (TESTES) de otros y los escritos de otras personas (PRAEJUDICIA).

Prescindiendo del perspectivismo de la novela de Cervantes, al analizar a Don Quijote, expondré los estados del ego de donde brotan sus ideas sobre las armas y las letras, las transacciones que emplea y con quién o quiénes, los juegos en los que participa y el guión de vida que proyecta a lo largo de la narración. Los enunciados del discurso serán la base de este análisis y los iré seleccionando con coherencia y cohesión al hilo de las exposiciones y argumentaciones.

Trataré de adentrarme en el psiquismo del autor a través de Don Quijote siguiendo el análisis transaccional que propuso Eric Berne , pues con él se ha evidenciado que los cambios de las personas se parecen a los cambios de los personajes en las obras literarias y cinematográficas; procuraré que la intuición como fuente de conocimiento, ese saber sin saber que se sabe, y el método heurístico me acompañen por ese recorrido intentando comprender mejor las relaciones humanas que Cervantes dejó establecidas, tanto las intratextuales como las extratextuales.
Descontento y con razón de su propio mundo, como tantos otros hidalgos, a Alonso Quijano el Bueno le da por creer que ha de salir de su aldea

“En efecto, rematado ya su juicio, vino a dar con el más estraño pensamiento que jamás dio en el mundo, y fue que pareció conveniente y necesario, así para el aumento de su honra como para el servicio de su república, hacerse caballero andante e irse por todo el mundo con sus armas y caballo a buscar las aventuras y a ejercitarse en todo aquello que él había leído que los caballeros andantes se ejercitaban, deshaciendo todo género de agravio, y poniéndose en ocasiones y peligros donde, acabándolos, cobrase eterno nombre y fama”
(Quijote, I, I, págs.. 43-44)

Al estar él aparentemente loco desde el comienzo de la novela, como resultado de una lectura desaforada de los libros de caballerías, sus propias aventuras sólo podrán ser auténticos disparates, ya que las emprenderá inspirado en estos libros, cuyos personajes son falsos héroes confrontados con situaciones totalmente inverosímiles. Sin embargo, la principal motivación de nuestro personaje se va a situar en lo más alto de la Pirámide de Maslow**, la necesidad de ser, de autoestima.

Don Quijote se nos aparece en la novela como un personaje concreto, de carne y hueso,

“Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años. Era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de “Quijada” o “Quesada”, que en esto hay algunas diferencias en los autores que deste caso escriben, aunque por conjeturas virisímiles se deja entender que se llamaba “Quijana, Pero esto importa poco a nuestro cuento: baste que en la narración dél no se salga un punto de la verdad”
(Quijote, I, I, pág. 39)

nada abstracto, dotado por su creador de una individualidad y de una existencia personalísima; sin embargo, si la hondura de los grandes mitos literarios puede medirse por la universalidad de su significado (Don Juan, amor; Fausto, poder; Otelo, celos; Shirlock, avaricia), ninguno tan profundo y universal como el que guarda Don Quijote y, sin duda, Sancho, tan de carne y hueso y tan humano como su señor Don Quijote.

Alonso de Quijano el Bueno, aparentemente loco o rematadamente loco, como piensan otros, muestra un dominio sin igual de los juegos en los que participa y nos hace participar a sus lectores, con independencia de los resultados, que aunque no le reporten siempre una ganancia para él, le queda la seguridad y la satisfacción de que ha jugado para obtener unos objetivos desinteresados; de ahí que casi siempre se nos presente como un aparente perdedor de sus propios juegos, pues sus fines no consisten en obtener necesidades básicas, sino satisfacer sus necesidades de ser.

Los juegos o serie de transacciones ulteriores, de naturaleza repetitiva, con un truco, que conducen a un final definido. Como conciliación ulterior, significa que el jugador agente finge hacer una cosa mientras en realidad está haciendo otra. Todos los juegos implican un timo. Un timo sólo da resultado si el jugador agente puede “coger o engañar o atrapar”, en alguna debilidad, al jugador paciente, el que tiene que responder: miedo, codicia, irritabilidad, sentimentalismo… El jugador agente, una vez que ha enganchado al jugador paciente, el que sufre la acción y tiene que responder, acciona alguna clase de interruptor para recibir el pago. Seguramente viene un momento de confusión mientras el jugador paciente trata de entender lo que ha pasado. Al final, los dos jugadores cobran sus recompensas, sus pagas, y el juego ha terminado, porque el pago es mutuo y consiste en los sentimientos que el juego provoca en el jugador agente y el paciente. El juego responde a la siguiente fórmula:
C+ME=R----C---C---V o P
(VALBUENA, ibídem, 2006, págs.163 y ss.)

Todo lo que significa Don Quijote emana de esa inigualable sensación de vida verdadera, de ese vivir dramáticamente la angustia como una exigencia de cada momento, de esa cambiante vitalidad, razón última de todos los actos y palabras; nada hay más diferente con la rígida inmovilidad del símbolo o del arquetipo, aunque Don Quijote también lo sea.

Bajo la máscara de don Quijote, se esconde sin duda, su autor, el mismo Cervantes, que en el modelo de las ventanas de Johari, considerada también en su conjunto como una ventana de comunicación a través de la cual se dan informaciones sobre uno mismo y sobre los demás, esa máscara de Don Quijote ocuparía el cuadrante C3, modificado ampliamente en el interior de la venta, donde se guarda lo que Cervantes vela de sí (área oculta o privada) y lo que sus lectores no sabíamos de él porque, sin duda alguna, el autor nos ofrece muchas anécdotas autobiográficas a lo largo de la novela (aunque enmascaradas) y, sobre todo, una parte muy importante de su pensamiento y cultura.

Se ha dicho, por ejemplo, que el panegírico que Cervantes hace del alcahuete en el episodio de los galeotes (Quijote, I, XXII, pág. 262) algo se relaciona con sus andanzas por Valladolid, o que el fascinante personaje Ginés de Pasamonte, uno de los galeotes invocado también como Ginesillo de Parapilla o como mismo Don Quijote le increpa: “Ginesillo de Paropillo o como os llaméis”. Este personaje es uno de los que más obsesivamente persiguieron a Cervantes tanto en la elaboración de la primera parte como en la gestación y desarrollo de la segunda. Martín de Riquer asegura que es uno de los pocos protagonistas tomados de la realidad. Y le hará aparecer por cuarta vez en varios capítulos de la segunda parte (II, XXV, XXVI y XXVII), bajo el nombre de maese Pedro, disfrazado de titiritero, dueño del retablo de Melisendra y haciéndose acompañar de un mono adivino. Martín de Riquer (1965, 1988) lanza la hipótesis de que bajo la identidad de Ginés de Pasamonte se oculta la persona del aragonés Jerónimo de Pasamonte, compañero de armas de Miguel de Cervantes desde agosto de 1571 a octubre de 1573 en las campañas del Mediterráneo (Lepanto, Navarino, conquista de Túnez); además los dos sufrieron cautiverio, cinco años Cervantes, dieciocho meses Jerónimo de Pasamonte; tras el cautiverio, los dos solicitaron puestos en la corte . El filólogo catalán atribuirá a Jerónimo de Pasamonte la autoría de la segunda parte apócrifa de las aventuras del caballero de La Mancha (1614), firmada por su autor bajo el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda. Fuere o no fuere así, las argucias, los enredos y, en fin, los misterios de Ginés de Pasamonte ocupan un lugar preeminente en la revisión de la obra cervantina.

Pero sigamos con el personaje. De la profunda humanidad de Don Quijote provienen las “rectificaciones” de los personajes, atribuidas por algunos al autor, pero que, en todo caso, son indecisiones y dudas íntimas de aquéllos, diversos movimientos de su ánimo en torno a la quimera central, que bien podríamos relacionar con los ingredientes que Berne distingue para comprender los cambios de los personajes en las obras literarias: el Yo Padre (P) o extereopsiquis (es lo aprendido), el Yo Adulto (A) o neopsiquis (es lo pensado; lo razonado) y el Yo Niño (N) o arqueopsiquis (es lo sentido; lo imaginado, lo espontáneo, lo creativo, lo biogenético).

Lo primero que hizo Berne fue sintetizar las regularidades que observaba en los cambios (VALBUENA , pág. 10 y ss.) y así descubrió que:

“Hay momentos en que las personas comprueban la realidad y estiman racionalmente las probabilidades para acabar decidiéndose a hacer determinadas cosas y no otras.
En otras ocasiones, las personas obran como si estuvieran dominadas por un pensamiento autista, y por miedos y expectativas arcaicas.
Las personas muestran que muchas veces se comportan según unas pautas que han recibido en su vida familiar, en el Colegio, en el grupo de amigos o viendo la televisión.”

En Berne todo esto puede explicar, en un personaje de ficción, o no, cuando un Estado del Ego predomina sobre los otros y que “rectificaciones” puede ocasionar, lo que se ha dado en llamar los viajes de P-A-N:
Viajes P-A-N de los personajes o viajes de los estados del ego
El Adulto puede siempre observar a los otros dos Estados y aquí está la raíz de la Comunicación Intrapersonal, y posiblemente el éxito de la C. Interpersonal. Los viajes por los tres Estados pueden seguir los siguientes modelos:
1. SEGREGACIÓN: hay personas que tienen separados los Tres Estados del Ego pero no son conscientes del funcionamiento de su psiquismo en las relaciones sociales. Funcionan de una manera relativamente estable.
2. EXCLUSIÓN: se caracteriza por una actitud estereotipada y rígida, predecible, que se mantiene constante ante cualquier situación amenazante. Para que haya cambio de Estado, las fronteras entre uno y otros han de ser permeables. Así el Padre excluyente llena de prohibiciones al Adulto y al Niño -síndrome de la mentalidad de grupo: Testigos de Jehová. Exclusión escritos anteriores presidentes y gran cantidad de prohibiciones. El Adulto Excluyente es muy eficaz al planificar y manejar cifras y resolver problemas como un buen tecnócrata. Sin embargo, es persona muy aburrida y falta de emotividad. El Niño Excluyente es buen humorista y sabotea cualquier esfuerzo a la hora de trabajar con valores. El Padre y el Adulto Excluyentes suelen ser blanco de los humoristas. Los Niños excluyentes tb son blanco de algunas obras dramáticas, “con tesis”, para demostrar que la irresponsabilidad puede traer consecuencias trágicas (VALBUENA, 2006: 60).
3. CONTAMINACIÓN: La contaminación del Adulto por el Padre es el PREJUICIO y el ENGAÑO, en general. La persona no critica las verdades absolutas del Padre. La contaminación del Adulto por el Niño puede sufrir dos variantes: ILUSIONES (si ocurriera que…., entonces…; en general, las ilusiones muy a menudo son dañinas; se debe atender a las informaciones reales.) Y ALUCINACIONES (grabaciones de experiencias externas en las que el Niño vivió una baja autoestima; observar los sentimientos falsos y arrancarlos). Cuando el Adulto está contaminado por el Padre con Niño excluido, la persona está dominada por los deberes que el Padre le transmitió, se sufre una superidentificación con el trabajo; no ha aprendido a divertirse y la vida familiar y social sufren serios peligros. Cuando el Adulto está contaminado por el Niño con Padre excluido, la persona en cuestión prescinde de las normas éticas y morales, excluyendo así lo positivo y lo negativo de un comportamiento equilibrado; el individuo se puede convertir en un manipulador y llegar hasta el homicidio con tal de lograr sus fines. Carencia de sentimientos de culpa, remordimiento y vergüenza;

o cuando habla de la inversión de energía psíquica (catexis ) en la conducta o del Principio del Yo Móvil o el sentimiento del Yo, que es independiente de las demás propiedades de los Estados de Ego. Berne relaciona la creatividad sobre todo con los estados del Yo Niño (N) aunque también con el estado del Yo Adulto (A) y con los estados del Yo Padre (P).
Berne utiliza dos Paradigmas para explicar cuándo un Estado del Ego
predomina sobre los demás, a saber:

a) El Paradigma de la Mecánica Clásica:
Para Berne, CATEXIS es la inversión de energía psíquica en un determinado estado del ego. El profesor Valbuena cita la analogía que pone Berne, la del mono; de ahí surgen:
Catexis atada --- energía potencial: mono en el árbol.
Catexis desatada --- energía cinética: mono caído al suelo.
Catexis libre --- energía muscular: mono saltando.
La catexis activa = catexis desatada+catexis libre ---energía activa=
e. cinética + e. muscular.

Catexis y Energía Psíquica son dos de los asuntos más oscuros sobre los que Freud escribió. En principio, CATEXIS es un término del psicoanálisis que indica una inversión consciente o inconsciente de energía psíquica en una idea, objeto o persona, frente a ACATEXIS O DESCATEXIS, que significa falta de sentimientos relacionados con un asunto emocionalmente cargado; en psicoanálisis, denota el desapego o la transferencia de emociones e ideas.
Principio del Yo Móvil: El sentimiento del Yo es independiente de las demás propiedades de los Estados del Ego o de lo que está haciendo o experimentando el Estado del Ego. Es como una carga de electricidad: libre de saltar de un condensador a otro, independientemente de para qué se usen los condensadores. El sentimiento del Yo implica la “cataxis libre”.
b) El paradigma del sistema político:
Un Estado del Ego se hace con el poder ejecutivo, durante más o menos un tiempo, y domina a toda la persona. Ese poder ejecutivo se instalará en aquel Estado del Ego que invierte más “energía activa” (energía cinética + energía muscular).


Cuando los gigantes se vuelven molinos de viento, Don Quijote explica la transfiguración en una frase admirable con la que la voluntad impone como verdad lo que ocurre a la inteligencia como mera conjetura:

“Calla, amigo Sancho –responde Don Quijote-, que las cosas de la guerra, más que otras, están sujetas a continua mudanza; cuanto más que yo pienso, y es así verdad, que aquel sabio Fristón, que me robó el aposento y los libros, ha vuelto estos gigantes en molinos por quitarme la gloria de su vencimiento”.

Predominio de la arqueopsiquis en don Quijote; su percepción del mundo se ha hecho delirio, ilusión. Aquí cabría preguntarse, ¿son los viajes de P-A-N una fluctuación de don Quijote, o lo es de Cervantes?

Poco después, en la aventura del vizcaíno, dice don Quijote:

“O yo me engaño, o esta ha de ser la más famosa aventura que se haya visto porque aquellos bultos negros que allí parecen deben de ser, y son sin duda, algunos encantadores que llevan hurtada alguna princesa en aquel coche…”

Ante estas palabras, comenta Madariaga:

“Así salta Don Quijote al cuello de la realidad para no dar tiempo a que la realidad le desmienta, con esa rapidez que es la inquietud de los hombres de acción. Pues, aunque loco, era padre de su propia quimera, y no podía matar en su ser la voz que le decía que todo era ilusión. De aquí su ansiedad en acogerse a todo lo que confirmase su fe.”

Cuando Unamuno advierte sagazmente la profunda penetración que la realidad quijotesca alcanza en el ánimo de Sancho, nos recuerda a lo que se refiere Berne cuando habla del Pequeño Profesor (el Adulto en el Niño). De ahí la forma ondulante, de avances y retrocesos, de afirmación y negación, en que se produce la conquista quijotesca del materialismo sanchopancista, es decir, el triunfo del idealismo de don Quijote en su escudero. Los viajes de P-A-N en Sancho Panza vienen motivados por esos intercambios de estímulos y respuestas (transacciones) que emergen y se dirigen dialógicamente los dos personajes influyéndose y contaminándose recíprocamente. Porque no cabe duda del proceso de sanchificación de don Quijote.

Sutilmente va tejiendo Cervantes este delicado fluir de incertidumbres, ese cambio de sus entes de ficción, con un ascenso imparable (progessus) de la confianza del hidalgo hasta el comienzo de la segunda parte; pero esa fe íntima de don Quijote, nunca estuvo limpia de dudas por el Adulto, la neopsiquis, el logos (concepto de lo pensado, en palabras del profesor Valbuena) de don Quijote, pues no deja de contaminar al Niño, la arquopsiquis o el pathos (concepto de lo sentido), o incluso las propias influencias del Padre sobre el Adulto, ya que este no es capaz de criticar las verdades absolutas que le imponen las interpretaciones del Romancero y los Libros de Caballerías, auténticos tiranos de la personalidad de Don Quijote.

Muy adentro de la segunda parte, ante la evidencia de aquel solemne ceremonial con que le reciben los duques, don Quijote se siente plenamente don Quijote, ya está seguro de sí mismo. El engaño se ha encarnado; la tiranía del Padre (Romancero y Novelas de Caballerías) lo han transfigurado y Cervantes narrador comenta: “Y aquel fue el primer día que de todo en todo conoció y creyó ser caballero andante verdadero, y no fantástico”. Los sueños del Niño (N) se han hecho realidad con la doble contaminación en el Adulto (A), la del primero y la del Padre (P), al comportarse don Quijote como le enseñan los libros de caballerías, aquellos que fueron censurados y desacreditados por perniciosos y que fueron enjuiciados así por una parte cualificada de filósofos y moralistas de la talla de Juan Luis Vives, Antonio de Guevara, Juan de Valdés... aquellos nocivos engendros, enemigos de la verdad y de la historia, alentaban la ociosidad y podían llevar a gentes de buena fe, como Alonso Quijano el Bueno, a la locura.

Don Quijote, allá en lo íntimo, sentía frecuentes y crueles dudas sobre sus credenciales de caballero andante y éste es, sin duda, uno de los más oscuros entresijos de su espíritu. Berne, para este análisis, nos brinda planos de la personalidad y los va complicando, según el nivel de profundidad; es decir, según lo que estemos dispuestos a llegar en los recuerdos y en la historia, pero esa ya es harina de otro costal.
A.T.T.

Notas:

* Según el D.R.A.E., anamnesis (del gr. ἀνάμνησις, recuerdo).
1. f. Med. Conjunto de los datos clínicos relevantes y otros del historial de un paciente.
2. f. reminiscencia (‖ representación o traída a la memoria de algo pasado).
Este término fue acuñado por Platón como recuerdo, en el sentido de “el saber como un recordar” o como “diálogo del alma consigo misma”. El materialismo filosófico de Bueno incorpora el término en el sentido epicúreo, esto es, correlativo a PROLEPSIS (“anticipación, proyecto, programa, plan”. Según el D.R.A.E., prolepsis (del gr. πρόληψις).
1. f. Fil. En la doctrina de los epicúreos y los estoicos, conocimiento anticipado de algo.
2. f. Ret. Figura de dicción en que anticipa el autor la objeción que pudiera hacerse.
Anamnesis nos remite a la presencia de formas o modelos ya realizados (pasados, en este sentido; el pasado siempre es retrospección, “un mirar hacia atrás “< del lat. retrospicĕre, por medio de los cuales podemos entender lo proyectado, lo planificado (las prolepsis) en cuanto anticipación como efecto INELUDIBLE de la anamnesis, más que como un acto creador (“mitopoiético). “Ninguna ciencia puede plantear sus prolepsis “saltando más allá” de las anamnesis que su historia o el estado del mundo precursor o presente pueda proporcionarle.” (Bueno, 1993: 159). Cfr. Valbuena, 2006: 70).
Aristóteles distinguió entre argumentos retóricos artísticos e inartísticos. Dentro de los primeros distingue tres especies: los que se fijan en el carácter del que habla: la persuasión está en función de la probidad y del carácter del que habla; los que se establecen al fijarse en los oyentes: cuantos estos son arrastrados a una pasión: amor, odio, etc.; los establecidos por los discursos mismos: coherencia, verdad, argumentaciones persuasivas, etc.
Aristóteles presta poco atención a los discursos inartísticos. Valbuena dice que los discursos inartísticos encierran mucha información y, a diferencia de los artísticos, no los inventamos ni disponemos de un método para su elaboración. Loa Argumentos Inartísticos son aquellos que nos encontramos, los preexistentes y de los que nos servimos para constituir el discurso: los testigos, confesiones, documentos, etc. Cita Valbuena a Heinrich Lausberg (Elementos de Retórica Literaria, obra inspirada en las Instituciones Oratoriae, de Quintiliano); en ella Lausberg detalla las pruebas inartísticas destacando los PRAEJUDICIA (medios de prueba) y las declaraciones de los TESTES(< del latín testis, -is, “testigo”; testor, -ari, -atus sum, “declarar como testigo, atestiguar, manifestar, declarar”).

** La Pirámide de Maslow es una teoría psicológica sobre la motivación humana desarrollada en 1943 por Abraham Maslow (psicólogo humanista estadounidense, 1 de Abril de 1908 – 8 de Junio de 1970). Maslow formuló una jerarquía de necesidades humanas defendiendo la teoría de que conforme se satisfacen las necesidades básicas, las personas desarrollan necesidades y deseos más altos.
La pirámide consta de cinco niveles, los cuatro primeros son considerados como necesidades del déficit (deficit needs), mientras que el nivel superior se refiere a la necesidad del ser (being needs):
Necesidades fisiológicas básicas. Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (tendencia de un organismo a mantener una estabilidad interna o equilibrio orgánico), como respirar, beber, dormir, comer, liberar desechos corporales o mantener relaciones sexuales.
Necesidades de la seguridad. Surgen de la necesidad de que la persona se sienta segura y protegida. Se distinguen los siguientes tipos de seguridad: física, de empleo, de ingresos y recursos, moral y fisiológica, familiar, de salud, contra el crimen de la propiedad personal, y de estima.
Necesidades de aceptación social. Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son necesidades como la pertenencia a un grupo, la amistad, el afecto o el amor.
Necesidades de autoestima. Se refiere a la valoración de uno mismo otorgada por otras personas.
Necesidades de autorrealización. Son las más elevadas, se hallan en la cima de la jerarquía, es la necesidad instintiva de un ser humano de hacer lo máximo que pueden dar de sí sus habilidades.
Según la teoría de Maslow, para conseguir motivar a las personas que nos rodean se debe buscar qué necesidades tienen satisfechas e intentar facilitar la consecución del escalón inmediatamente superior. En los países desarrollados las necesidades fisiológicas y de seguridad están cubiertas en la mayoría de los casos, es por eso que las empresas intentan ofrecer medios para satisfacer las necesidades de pertenencia a grupos o de prestigio social.



1 comentario:

Unknown dijo...

Antes que nada, el articulo es intersantisimo, la verdad con lo poco que conozco sobre el AT, al leerlo siento que mi bagaje sobre esa psicoterapia se ha enrequecido. Sin embargo, no logro entender como se relaciona el materialismo filosofico con el AT, y me pregunto porqué no se ha senalado que el materialismo filosofico como teoria literaria? puesto que la tarea se concretizo con ejemplos de obras literarias.
Ademas, el articulo me interesa mucho y pido ayuda, ya que mi tesina sobre literatura espanola abrcara el AT, espero vuestra contestacion a mi demanda.
Muchas gracias , Yousra desde Argelia.