El sueño de la razón produce monstruos

sábado, 25 de julio de 2015

El aparición del estoicismo: su enigma (IV)

    El encuentro de Zenón con la filosofía: Antístenes
    Se cuenta que Zenón llegó a Atenas como mercader; naufragó en un viaje de Fenicia al Pireo; llega a Atenas y topa con la filosofía leyendo un libro de Jenofonte sobre Sócrates. El relato continúa diciendo que quedó tan entusiasmado con aquella lectura que preguntó dónde podría encontrar hombres como Sócrates. Pasaba por allí Crates el Cínico y el librero le dijo: "Sigue a ese hombre". Crates Tebano, discípulo directo de Diógenes, fue el sucesor de Antístenes, escolarca de la escuela cínica. La primera gran influencia en Zenón parece que fue la de un cínico, así se pone de manifiesto en fragmentos que han quedado de la República de Zenón, tales como la abolición del acuñamiento de moneda, de los matrimonios, de los templos y su concepción de que una verdadera república y su sociedad es que la formen hombres buenos y virtuosos. No se descarta que la República de Zenón fuera un ataque directo contra Platón.
    Las causas de su simpatía hacia Crates son varias pero destaremos aquella por la cual Crates prefería ser hombre, razonable y sabio, a ser griego, ya que se consideró un hombre del cosmos, o sea, una porción sabia del mundo. Esta idea la encontró en Jenofonte, ateniense desilusionado de Grecia, muy alejado del panhelenismo de Platón y Aristóteles, y panegirista de Ciro y de la educación Persa. Antístenes es seguro que compartió esa misma desilusión, probablemente ya alimentada por Sócrates.
    Zenón, profundamente religioso y amante de la verdad, le atrajo el espíritu crítico de Antístenes. Es más que probable que Zenón conociera las descalificaciones que padeció la mitología cananea por el monoteísmo de Israel, al tiempo, que no podía compartir las creencias de los hebreos porque su mentalidad fenicia rechazaba la moral mosaica, esencialmente normativa. Zenón jamás negó si origen ketiense ni renegó de su religión y sus mitos, a pesar del descubrimiento de la filosofía cínica y conocer que Antístenes dejó los mitos sin caer por eso en el ateísmo; siguiendo al cínico Antístenes, Zenón pudo abandonar las tradiciones mitológicas fenicias sin romper con la religiosidad que encerraban las mismas.
    Antístenes se alimenta de un monoteísmo racional, tras rechazar la religiosidad tradicional griega. En un fragmento que se conserva expresa: según las leyes, hay muchos dioses, pero uno según la naturaleza[1]. La actitud crítica de los cínicos les llevó a comentar los mitos alegóricamente
    El filósofo chipriota, influido por el racionalismo radical del cínico Antístenes, combatió las normas que prohibían la homosexualidad y el incesto. Pero esto no escandalizaba a nadie en Grecia. En cambio, Zenón si condenó el adulterio, vicio también abominable en Israel. Por todo esto se puede afirmar que la moral cananea de Zenón, unas veces fue sancionada por la Ley mosaica, y otras, reprobada por los Profetas Lot, Rubén y Judá.
    Zenón terminó saliéndose de la escuela cínica de Crates, pero más por la incompatibilidad de caracteres y temperamentales que por sus discrepancias filosóficas. Diógenes Laercio señala que la falta de vergüenza de los cínicos chocó con el carácter comedido y discreto de Zenón. Luego pasaría diez años con Jenócrates, escolarca de la Academia de Platón. Pero insatisfecho de las escuelas griegas, también de la Academia y del Cinismo, opuesto a las orientaciones aristotélicas y epicúreas, empezó a enseñar su propia filosofía en el Pórtico o Estoa poikile de Atenas.
    Desde la epistemología, Zenón se acerca o se aleja de los filósofos griegos. El concepto de Dios y la teoría del conocimiento son las dos caras que determinan una filosofía. La escuela griega que mejor satisfizo la mentalidad fenicia de Zenón fue la del cínico Antístenes.
    Lo que rechazó  Antístenes de todos los filósofos griegos, fue el concepto de lógos, uno de los más importantes en la actitud racional ante el mundo; el significado castellano que más se le ajusta es el de de razón, y también pensamiento, palabra, discurso, concepto, conocimiento. Zenón ve al lógos como fuego divino creador del mundo y del hombre; y con su concepción del lógos quiere explicar o dar razón de Dios, del mundo y del hombre.
    Censorino, gramático romano del siglo III, de gran interés por su origen arameo, que pone entre sus fuentes a Varrón y Suetonio, citado por Elorduy[2], aproxima a Zenón, en este punto, al pensamiento hebreo, y escribe en su De die natale:

Zenón Kitiense, fundador de la secta estoica, creyó que el principio del género humano proviene del mundo nuevo. Los primeros hombres nacieron del suelo con el adminículo del fuego divino, es decir, de la Providencia de Dios.

    Prometeo, en la mitología griega, simboliza a la Providencia que será castigada por Zeus por entregar el fuego divino al homínido, el ser creado por su hermano Epimeteo. En Zenón, en cambio, considera al lógos (=Prónoia) el alma del mundo, racionalidad, sabiduría o providencia, capaz de crear al hombre racional. Con esta interpretación, Zenón sigue a los cananeos, cuya tradición mitológica es contraria a la mentalidad helena. El lógos de Zenón es un principio inmanente y dinámico, llamado razón universal o lógos providente o ley eterna inmutable, que equivale, en definitiva a Dios, un dios que se manifiesta como conciencia del mundo, como fuego inmanente creador de todas las especies del universo, como alma generadora que vivifica y moviliza el mundo y sus partes, como la fuente de energía creadora que encierra en sí la semilla de todas las cosas.




[1]. Cfr. Elorduy, E., ibídem, pág. 33, n. 26.
[2]. Ibídem, 17, n, 17: Censorino,  De die natale (=Sobre el día del nacimiento), IV, 10.

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