La fama de Poe radica actualmente sobre algunos de sus cuentos, donde combina el intelectualismo y el horror.
Algunos aparecen más como balada poética, como es el cuento titulado El hundimiento de la casa de Usher (The fall of the house of Usher), que efectivamente contiene una poesía inserta; en otros, el efecto poético deriva de lo imaginativo, como en Rey Peste (King Pest).
Con todo, lo que destaca siempre es una imagen central, vagamente simbólica, como El pozo y el péndulo (The pit and the pendulum), o el que crea un punto máximo de terror, La verdad sobre el caso del señor Valdemar (The facts in the case of mister Valdemar), sobre un hombre que murió hipnotizado, y hasta que no le sacaron de su hipnosis no se corrompió y siguió hablando desde más allá de la muerte.
Los cuentos de humor suelen ser muy inferiores, como El escarabajo de oro, y, con carácter de caso lógico, La carta hurtada, sobre el principio de que el mejor modo de esconder un documento es ponerlo en el sitio más evidente; y Los crímenes de la rue Morgue (The murders in the rue Morgue), precursor del género policiaco, como deducción lógica sobre el autor de los crímenes…
Entre los cuentos más famosos de Poe hay que citar, sin duda, El corazón delator (The tell-tale heart), breve monólogo en el que un criminal acaba confesando su delito por la obsesión de los latidos de su corazón, que no dejan de perseguirle.
Un relato más largo que los anteriores es La narración de Gordon Pym (The narrative of Arthur Gordon Pym, 1837), impresionante descripción de un viaje, de macabra fantasía; aquí hay que recordar la aparición del buque fantasma con un vigía que parece sonreír cabeceando, hasta que su proximidad destaca que es un cadáver y las aves marinas le han picoteado las mejillas descarnizándoselas, dándole una horripilante apariencia de sonrisa. También es lógica la inversión radical que se da en el país que encuentra Pym en el polo sur: hace calor; los habitantes son negros y se horrorizan al ver algo de color blanco. Podríamos seguir con otros cuentos como el angustioso El entierro prematuro, pero nos alargaríamos demasiado, de modo que ahora pasamos a las conclusiones:
CONCLUSIONES
1ª. Edgar Allan Poe murió todavía joven, después de una agitada vida marcada por la desgracia, y de Nueva Inglaterra odió la literatura de tradición puritana como el transcendentalismo de Emerson.
De su obra, propia de un virtuoso intelectual, brilla el horrendo contraste entre la claridad lógica y el misterio siniestro; y de sus análisis de los mecanismos poéticos. Poe fue visto por Baudelaire y otros poetas afines como un creador que salía del Romanticismo, y preparaba el camino para otros movimientos literarios más originales del siglo XX: simbolismo, el arte por el arte, parnasianismo, poesía pura, etc. Además algunas de sus creaciones constituyen el resultado más universal de la literatura norteamericana de su época.
2ª. A pesar de todo, Poe uno de los más afortunados escritores modernos en lo que respecta a la influencia de su obra en el mundo. En Francia sus cuentos deslumbraron al poeta más grande del siglo XIX. Charles Baudelaire además de traducirlo al francés en una recreación extraordinaria, sus traducciones fueron decisivas para la popularidad que alcanzó la obra de Poe en Europa.
3ª. Edgar Allan Poe, el poeta y cuentista norteamericano, en español, tuvo el privilegio de que toda su prosa fuera traducida por Julio Cortázar, uno de los mejores escritores de nuestra lengua y un traductor excepcional, trabajo al que dedicó dos años de su vida.
La traducción de los cuentos que hizo Cortázar de su admirado Poe, así como de los ensayos y novelas cortas, merecen figurar entre las obras maestras de la literatura contemporánea en lengua española, del mismo modo que la traducción de los cuentos de Poe por Baudelaire se reconoce como uno de los monumentos literarios de la lengua francesa.
4ª. Cortázar, con una maestría absoluta en el dominio del inglés y el español y un conocimiento profundo de la obra de Poe, pone de manifiesto la pasión intelectual de Cortázar por el mundo, la fantasía, los fantasmas y los traumas con los que el genio de Poe construyó su obra. En su traducción, Cortázar consigue recrear dentro del espíritu de la lengua de Cervantes y de Borges el lenguaje de Edgar Allan Poe, encontrando equivalencias lingüísticas y reconstruyendo dentro del español las peculiaridades estilísticas inglesas y la riquísima orfebrería léxica con que Poe redacto todos sus textos. Vargas Llosa afirma que como todas las grandes traducciones, la versión que nos ofrece el autor de Rayuela de la obra del norteamericano pertenece tanto a Poe como al propio Cortázar.
5ª. La traducción de Cortázar examina con erudición el mundo de Poe, sus fuentes, la manera como la vida de este personaje perseguido por el infortunio y los reveses le llevaron a volcarse en las alucinaciones y pesadillas de sus cuentos macabros y en las aventuras y desventuras extraordinarias que elaboró su imaginación. Cortázar hace una defensa de la literatura fantástica, género que el mismo Cortázar cultivó con la misma originalidad como la que practicó el mismo Edgar Allan Poe. Lo mismo que Baudelaire, a Julio Cortázar Edgar Allan Poe no solo aceptó el placer de su lectura, sino que su obra fue un espejo que le permitió observar su propia alma.
Algunos aparecen más como balada poética, como es el cuento titulado El hundimiento de la casa de Usher (The fall of the house of Usher), que efectivamente contiene una poesía inserta; en otros, el efecto poético deriva de lo imaginativo, como en Rey Peste (King Pest).
Con todo, lo que destaca siempre es una imagen central, vagamente simbólica, como El pozo y el péndulo (The pit and the pendulum), o el que crea un punto máximo de terror, La verdad sobre el caso del señor Valdemar (The facts in the case of mister Valdemar), sobre un hombre que murió hipnotizado, y hasta que no le sacaron de su hipnosis no se corrompió y siguió hablando desde más allá de la muerte.
Los cuentos de humor suelen ser muy inferiores, como El escarabajo de oro, y, con carácter de caso lógico, La carta hurtada, sobre el principio de que el mejor modo de esconder un documento es ponerlo en el sitio más evidente; y Los crímenes de la rue Morgue (The murders in the rue Morgue), precursor del género policiaco, como deducción lógica sobre el autor de los crímenes…
Entre los cuentos más famosos de Poe hay que citar, sin duda, El corazón delator (The tell-tale heart), breve monólogo en el que un criminal acaba confesando su delito por la obsesión de los latidos de su corazón, que no dejan de perseguirle.
Un relato más largo que los anteriores es La narración de Gordon Pym (The narrative of Arthur Gordon Pym, 1837), impresionante descripción de un viaje, de macabra fantasía; aquí hay que recordar la aparición del buque fantasma con un vigía que parece sonreír cabeceando, hasta que su proximidad destaca que es un cadáver y las aves marinas le han picoteado las mejillas descarnizándoselas, dándole una horripilante apariencia de sonrisa. También es lógica la inversión radical que se da en el país que encuentra Pym en el polo sur: hace calor; los habitantes son negros y se horrorizan al ver algo de color blanco. Podríamos seguir con otros cuentos como el angustioso El entierro prematuro, pero nos alargaríamos demasiado, de modo que ahora pasamos a las conclusiones:
CONCLUSIONES
1ª. Edgar Allan Poe murió todavía joven, después de una agitada vida marcada por la desgracia, y de Nueva Inglaterra odió la literatura de tradición puritana como el transcendentalismo de Emerson.
De su obra, propia de un virtuoso intelectual, brilla el horrendo contraste entre la claridad lógica y el misterio siniestro; y de sus análisis de los mecanismos poéticos. Poe fue visto por Baudelaire y otros poetas afines como un creador que salía del Romanticismo, y preparaba el camino para otros movimientos literarios más originales del siglo XX: simbolismo, el arte por el arte, parnasianismo, poesía pura, etc. Además algunas de sus creaciones constituyen el resultado más universal de la literatura norteamericana de su época.
2ª. A pesar de todo, Poe uno de los más afortunados escritores modernos en lo que respecta a la influencia de su obra en el mundo. En Francia sus cuentos deslumbraron al poeta más grande del siglo XIX. Charles Baudelaire además de traducirlo al francés en una recreación extraordinaria, sus traducciones fueron decisivas para la popularidad que alcanzó la obra de Poe en Europa.
3ª. Edgar Allan Poe, el poeta y cuentista norteamericano, en español, tuvo el privilegio de que toda su prosa fuera traducida por Julio Cortázar, uno de los mejores escritores de nuestra lengua y un traductor excepcional, trabajo al que dedicó dos años de su vida.
La traducción de los cuentos que hizo Cortázar de su admirado Poe, así como de los ensayos y novelas cortas, merecen figurar entre las obras maestras de la literatura contemporánea en lengua española, del mismo modo que la traducción de los cuentos de Poe por Baudelaire se reconoce como uno de los monumentos literarios de la lengua francesa.
4ª. Cortázar, con una maestría absoluta en el dominio del inglés y el español y un conocimiento profundo de la obra de Poe, pone de manifiesto la pasión intelectual de Cortázar por el mundo, la fantasía, los fantasmas y los traumas con los que el genio de Poe construyó su obra. En su traducción, Cortázar consigue recrear dentro del espíritu de la lengua de Cervantes y de Borges el lenguaje de Edgar Allan Poe, encontrando equivalencias lingüísticas y reconstruyendo dentro del español las peculiaridades estilísticas inglesas y la riquísima orfebrería léxica con que Poe redacto todos sus textos. Vargas Llosa afirma que como todas las grandes traducciones, la versión que nos ofrece el autor de Rayuela de la obra del norteamericano pertenece tanto a Poe como al propio Cortázar.
5ª. La traducción de Cortázar examina con erudición el mundo de Poe, sus fuentes, la manera como la vida de este personaje perseguido por el infortunio y los reveses le llevaron a volcarse en las alucinaciones y pesadillas de sus cuentos macabros y en las aventuras y desventuras extraordinarias que elaboró su imaginación. Cortázar hace una defensa de la literatura fantástica, género que el mismo Cortázar cultivó con la misma originalidad como la que practicó el mismo Edgar Allan Poe. Lo mismo que Baudelaire, a Julio Cortázar Edgar Allan Poe no solo aceptó el placer de su lectura, sino que su obra fue un espejo que le permitió observar su propia alma.
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