El sueño de la razón produce monstruos

miércoles, 2 de mayo de 2012

Psicología para tontos: OBSESIÓN Y SUICIDO (V)


             Todos los fenómenos que desde la ansiedad se encaminan hacia la fobia, y luego se deslizan a las obsesiones, pueden desembocar en el suicidio.
            Desde el mundo obsesivo, el suicidio se presenta así: idea dominante de suicidio -->idea fija de suicidio --> fobia al suicidio (temor irresistible a perder el control y suicidarse: agresión hacia fuera –homicidio-; agresión hacia dentro –suicidio-; estado lleno de ansiedad, inquietud, desasosiego) --> idea obsesiva de suicidio (se ha clavado ya en la mente).

            Otras fuentes: Enrique Rojas no trata estas dos enfermedades en la obra reseñada.

             Paranoia, (paranoide = forma atenuada de lo paranoico) estado mental patológico en el que el paciente sufre delirios (percepciones y creencias sistemáticas y erróneas, desconectadas de la realidad y resistentes al cambio) de los cuales los más comunes y más conocidos son los de persecución y de grandeza. A finales del siglo XIX, Sigmund Freud definió la paranoia como un trastorno mental en el que el síntoma primordial es la extrema desconfianza hacia los demás; la personalidad paranoide llega a creer que los que le rodean quieren asesinarle. En la forma más grave, la psicosis conocida como esquizofrenia paranoide, el paciente puede tener alucinaciones en las que personajes históricos, mitológicos o religiosos se le aparecen y le transmiten mensajes, alucinaciones obviamente conectadas con los delirios de grandeza del paciente.
          Esquizofrenia< ‘mente escindida’(< ‘escindir’ +  ínteligencia’); denominación común para un grupo de trastornos mentales con variada sintomatología. Es una enfermedad del cerebro que se manifiesta en el comportamiento.
            ADN=genes=naturaleza + entorno y la experiencia personal>; es decir, se produce por la interacción entre la genética y el entorno.
            Apariencia de los enfermos: SANOS Y PEREZOSOS.
          Esquizofrenia Paranoide: sus síntomas recuerdan la paranoia; delirios, desorden o perturbación de la razón o de la fantasía y alucinaciones (
DE APARICIÓN BRUSCA Y REPENTINA.
AGITACIÓN Y AGRESIVIDAD CON EL ENTORNO.
No tiene grados: incapacidad laboral, pero no intelectual. Alto peligro de que se vuelva crónica: 30% recuperación completa; 40 % con altibajos; 30 % no se recupera.
Síntomas: ideas delirantes persistentes que no se corresponden con la cultura del individuo, tales como

         -identidad política

        -Ideas sobrevaloradas persistentemente que se presentan a diario durante semanas, meses o permanentemente.

-          Negativismo

-          Bloqueo

-          Incongruencia en la respuesta emocional que conduce al retraimiento social y disminución de la competencia social.

-          Cambio de conducta personal: aislamiento social y ansiedad.

               La trata el psiquiatra y la psicología clínica.

            Enfermedad crónica: desordenes de comportamiento; aislamiento social de los pacientes y de las familias; soledad. Disminución notable de la tolerancia a la tensión y al estrés.

            El aislamiento social hace que la persona se recluya. Esto puede darse debido a una intolerancia a estar entre multitudes, reuniones pequeñas e inclusive con sólo otra persona.

            En sentido literal, esquizofrenia significa "mente dividida", sin embargo, a pesar de la concepción popular que se tiene de este trastorno, no se produce una disociación de la personalidad (el paciente no se comporta como dos personas distintas). La esquizofrenia empezó a entenderse como enfermedad diferente del resto de las psicosis a principios del siglo XX.
Mitos:
1.  “Los esquizofrénicos son incapaces de tomar decisiones relacionadas con su vida y requieren la ayuda de un tutor legal”. Falso.
     La mayoría de las personas con esta enfermedad manejan sus propios asuntos exitosamente. Sólo temporalmente pueden necesitar la ayuda de un tutor, durante las crisis.
2. “Las personas con esquizofrenia son violentas”.

      La violencia no es un síntoma de la esquizofrenia y no es común entre las personas que sufren de este trastorno. Por el contrario, las personas con esquizofrenia tienen más posibilidades de ser víctimas de violencia ellas mismas. Si ocurre un episodio de violencia o agresión, es debido a que el paciente se siente acorralado o no alcanza a comprender las intenciones del otro. Las alucinaciones, los delirios, las preocupaciones o pensamientos revueltos son lo que causan los miedos y confusiones que culminan en violencia.

    Tratamiento: con medicamentos antipsicóticos bajo supervisión del siquiatra; se trata de un desequilibrio bioquímico.

            Muy pocos tratan adecuadamente el aislamiento social.

          La psicoterapia individual ayuda a los pacientes a comprender sus emociones y hacer frente a sus problemas con más confianza y en una forma más sana. También la terapia de grupo.
CONTROL DE IMPULSOS O IMPULSIVIDAD
Entre un 10 y un 15 % de la población tiene problemas con el control de sus impulsos.
            La manifestación más pura de la impulsividad es el trastorno explosivo intermitente, que se caracteriza por la repetición de episodios desmesurados de agresividad verbal y física ante acontecimientos que no lo justifican,
            Pasado el CALENTÓN, esta actitud genera un sentimiento de vergüenza y arrepentimiento. Según Salvador Ros, psiquiatra del hospital del Mar de Barcelona, la impulsividad patológica es la necesidad patológica de satisfacer un impulso. Un síntoma que es tb el centro de la piromanía y la cleptomanía.
            El doctor Gabriel Rubio, jefe de los servicios de salud mental de Retiro de Madrid, en España, estos desordenes están asociados al 70 % de los suicidios porque el impulso patológico lleva directamente a la acción.
            El origen del desorden es biológico y parece estar relacionado con factores neurobioquímicos: relación directa entre la función de la serotonina, un neurotransmisor central que tiene influencia sobre el humor, el sueño y la ansiedad, y la impulsividad.



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