El sueño de la razón produce monstruos

martes, 26 de octubre de 2010

En memoria del genial epígono de la Generación del 27 / 1910-2010



Triple herida la de la poesía de Miguel Hernández: la del amor, la de la muerte, la de la vida.

Su sentido trágico de la exitencia, sus presagios de aniquilación, la muerte del amigo, la muerte del hijo, la muerte de España en su guerra fatricida o la muerte en vida del mismo poeta cuando estaba en la cárcel son una constante en la "hora del ahora" de su plenitud poética.

La muerte del amigo le inspira una de las elegías más impresionantes de la lírica española y el mayor poema de amistad que se haya escrito. Sus tercetos encadenados se guardan en el archivo de la memoria de todo amante de la poesía.


ELEGIA A RAMÓN SIJÉ

.
(En Orihuela, su pueblo y el mío,
se me ha
muerto como del rayo
Ramón Sijé, con quien
tanto quería).
.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
.
Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
.
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
.
.Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta
.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.
.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte
.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera
.
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
.
A las aladas almas de las rosas
de almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
.
( Miguel Hernández, 10 de enero de 1936)

Durante la Guerra Civil, participó con esfuerzo, valor e intrepidez en la lucha a favor de la II República Española.

No hay comentarios: