“43. Sentir con los menos y hablar con los más. Querer ir contra la corriente es tan impossible al desengaño quanto fácil al peligro. Solo un Sócrates podría emprenderlo [el hecho de disentir le costó la vida al filósofo]. Tiénese por agravio el disentir, porque es condenar el juicio ageno. Multiplícanse los disgustados, ya por el sugeto censurado, ya del que lo aplaudía. La verdad es de pocos, el engaño es tan común como vulgar. Ni por el hablar en la plaza se ha de sacar al sabio, pues no habla allí con su voz, si no con la de la necedad común, por más que le esté desmintiendo su interior. Tanto huye de ser contradicho el cuerdo como de contradecir: lo que es pronto a la censura es detenido a la publicidad della. El sentir es libre, no se puede ni debe violentar; retírase al sagrado de su silencio; y si tal vez se permite, es a sombra [al amparo] de pocos y cuerdos.”
10 Palabras
Hace 5 años
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